El lugar
Acabará por no resolverse nunca. Saber si hemos encontrado nuestro lugar en el mundo es una inquietud que permanece; en ocasiones latente, al fondo de un cajón, en otros momentos, candente, abrasándonos la piel.

Como un efecto dominó espontáneo, colectivo e inconsciente, mientras el semáforo se prepara de nuevo para volver a cambiar de color, ajeno a la multitud o la soledad que le rodea, cada uno, montado en sus zapatos o sus ruedas tiende a ocupar el lugar que no le es propio, arrastrados por un acto de rebeldía del subconsciente que se niega a ocupar el sitio que otros se preocuparon de reservarle.
Cambia el semáforo, unos paran, otros prosiguen, todos se dirigen al rincón del mundo que los espera esa mañana. Rincón para unos impuesto, para otros necesario, para otros absurdo y vacío. Para unos pocos el lugar elegido, el deseado. Afortunados.
Comentarios
Tenía en mente la peli cuando escribí el post. Incluso estuve tentado de ponerle el mismo título.
Me alegro que el escrito te haya trasladado a tí también a aquella historia.