Ansioso espero el suplemento dominical, que llegue cargado de detalles y explicaciones, opiniones y juicios sobre las recién publicadas balanzas fiscales intracomunidades, pues con radio, televisión, periódicos, blogs no me satisfago.
Casi no se habla de que, precisamente hoy, 18 de Julio, le han retirado la medalla de oro de Sevilla a Queipo de Llano, ni de que mañana hacen ya dos siglos de la victoria en Bailén. Será que ya no esperamos la paga extra hoy, y que DuPont ya no es el apellido de una preciosa alondra.
Aprendidas ya las adquisiciones intracomunitarias, debemos ocuparnos de la relación entre comunidades, eso sí, sin mencionar aunque lata de fondo, las alas que esto le dá a los que sueñan con un estado federal. Porque, una vez explicadas las salvedades (dos primeras páginas del informe del Gobierno de España-EspaÑa), las limitaciones, las dificultades, los diversos criterios existentes; que salvan la profesionalidad de los técnicos, a lo que lleva esta publicación, gracias a los compromisos adquiridos por el gobierno, es a echarnos en cara lo más o menos ricos, más o menos solidarios, más o menos justos, más o menos subsidiados que es cada uno.
Los rankings se vuelven inevitables, para gloria de los madrileños y pena de los extremeños. Porque las conclusiones son claras: quien más contribuye es el que más dinero tiene, y las CCAA con menor renta per cápita son las que obtienen mayor superavit fiscal. Adornada forma de decir que, al menos el modelo existente, intenta redistribuir la riqueza (¡¡¡faltaría más!!!).
Claro que ahora toca abrir la caja de los truenos, pues ahora ningún político puede negarse a estudiar el modelo para replantearlo y redefinirlo, me temo que se convertir en una merienda de negros. Que se vengan mañana a Bailen y aprendan de lo que hizo Castaños
No hay comentarios:
Publicar un comentario