miércoles, 10 de septiembre de 2008

Impresionante Palabra

Cuando se tiene, se está cerca de la paz, y perderla, resulta todo un horror. La confianza, como estado anímico es una actitud, y como estado colectivo, todo un indicador macroeconómico.

A esto último apelaban, desde la tribuna de las Cortes, hoy, Rodríguez Zapatero y Rajoy, y, ambos, la sacaban a modo de espada salvadora, uno y otro querían hacerse merecedores de ella.

Hoy, en el Congreso, Zapatero ha lanzado el mismo mensaje a las fuerzas sociales, que lanzó el ministro Corbacho el pasado viernes. Es hora de pasar por etapas crudas y asumir responsabilidades.

No me resisto a machacar lo que ayer también decía en mi post, y es que, la situación del empleo es el factor clave de nuestra economía, y así lo han entendido las fuerzas políticas. El empleo aporta estabilidad, la estabilidad consumo y el consumo confianza a inversores.

Lamentablemente el debate se centró muy poco en poner críticas y ajustes a las propuestas, y mucho, en lanzarse trastos unos a otros sobre logros y carencias. Los ciudadanos no deberíamos permitir que, en un momento como este, la clase política siga dedicando medio minuto a esos temas. Tenemos que exigirles responsabilidad y profesionalidad, y que se pongan a trabajar.

Hablaba Zapatero de que el Gobierno va a coordinar los 20 programas de empleo que existen y va a asumir el mando de la aplicación de todas esas políticas, va a buscar nuevos yacimientos de empleo, va a mejor la empleabilidad de muchas personas, va a seguir apostando por la inserción laboral femenina, la de jóvenes y los colectivos de difícil integración. Pero no dijo cómo.

Muchos de esos programas y políticas están transferidos a las autonomías, donde hoy existe una auténtica jungla de normativa y muy diversas prioridades según la comunidad de España donde nos situemos.

Estoy temiendo que todo el esfuerzo, dinero y tiempo de los próximos meses va a tirarse a la borda de los tiras y aflojas Madrid – Autonomías; y los trabajadores seguirán solos, buscándose, como mejor puedan, la vida.

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