jueves, 29 de octubre de 2009

Causas perdidas

Cuando más azota el temporal es el momento de mantener la calma. Los momentos cruciales exigen decisiones importantes que hay que tomar con la templanza y serenidad necesarias que van de la mano de la sabiduría, la cual es propiedad de aquellos que han recorrido un duro y largo camino para conseguirla. Los gurús de la estrategia empresarial están diciéndoles a empresarios y directivos que lo que más necesitan ahora en sus negocios, mucho más que financiación, es sosiego.

Y parece ser que las evidencias y resultados de las decisiones vuelven a no ir por el camino recomendado. En el último año ha cambiado el consejo de administración del 70% de las empresas de gran consumo y cerca del 20% de las posiciones directivas ha cambiado de responsabilidad según un estudio de Zavala Gortari Asociados.

Los mayores cambios se han producido en entidades multinacionales y en posiciones de área comercial. Sólo el 10% de los cambios ha afectado a la dirección general, posición que se prevé será la protagonista del baile en los próximos meses.
Las empresas nacionales para montar sus nuevos equipos directivos han recurrido a la contratación más que a la promoción, a pesar de resultar más cara, porque "entendían que no tenían gente preparada dentro para hacer frente al nuevo ciclo y mostrando confianza en el futuro”.

En el estudio se aclara que la mitad de los directivos que han cambiado de responsabilidad han sido forzados por sus empresas tras acuerdos amistosos. La posición funcional ha resultado determinante, los financieros y los de desarrollo corporativo son los que más se han movido animados por ofertas de otras compañías. En recursos humanos y marketing algo más del 50% de los movimientos han sido salidas involuntarias.

Con estos datos en la mano parece evidente que los consejos de administración han sido de todo menos balsas de aceite en los últimos meses. La silla del sosiego quedó vacía en demasiadas ocasiones. Las decisiones estructuradas y ordenadas están en la carpeta más delgadita.

En el día de ayer, celebración de San Judas Tadeo, un alto directivo decía, que tras la crisis, el 80% de las empresas serían mejores a como eran antes del inicio de los estos tiempos convulsos. Sin embargo parecía haber muchas caras escuchando que se sentían estar en el grupo del 20%, en esas causas perdidas que reivindica San Judas. Menos mal que todo pasa, se hizo la noche y el sueño. Y ya hoy amaneció el día de San Narciso y muchos se miran el ombligo con la satisfacción de estar en el grupo del 80%. Los cálculos probabilísticos avalan la teoría.

Tan solo nos queda esperar a que pasen bastantes años para que se reconozca que mucha de la sangre derramada fue innecesaria, estéril y contraproducente para el sistema.

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