Precaución, holgura, necesidad, pobreza, hambre

La FAO intenta hacerse oír. Llega más y mejor a los medios de comunicación y a la opinión pública que a dirigentes y poderosos, esos prefieren no oir. A los que escuchamos sus mensajes nos hacen reflexionar y preguntarnos por nuestra situación, ubicación y futuro, tanto en el plano personal como social.

Una posible distribución de los estamentos sociales puede distinguir, ahora, cuando las malas noticias llevan más de año y medio azotando nuestros pilares, entre las personas que han pasado a una fase de precaución. Son los ricos, su reacción ha sido volverse más cautos, más reflexivos y menos ostentosos. Otros son los que han pasado de vivir holgados, sin que el dinero y la cuenta corriente les quitase tiempo a una etapa en la que se piensa y se mira más dónde y cuándo echar el dinero. Los viajes y los lujos han pasado a ser lista cerrada más corta. Bastantes, han pasado a una fase de necesidad, donde llegar a fin de mes es un odisea, y las cabriolas para comer bien y variado, y comprar ropa y juguetes a los niños cuesta sudor y lágrimas. Cada vez más son los que pasan hambre, según la FAO aumentará más de un 9% en 2009, y son ya más de 1.000 millones de personas. Esas están en el corto plazo, se m u e r e n. En términos macroeconómicos, dos tercios de la población mundial están en el grupo de necesidad + hambre, los que para abreviar les decimos los pobres. Estamos en lo que se ha dado en llamar la semana de la pobreza y numerosas entidades y organizaciones promueven actos e intentan remover conciencias y voluntades.

Es igual donde esté cada uno de nosotros, en que grupo esté incluido o pretenda incluirse, ya tiene cada uno bastante con su realidad. No es razonable sin embargo que olvidemos que las interconexiones son tan fuertes y que la pirámide y el sistema está tan conectado que nos creamos que políticas de exclusión, aislamiento, proteccionismo, guetos y prohibiciones nos va a evitar el problema. Es una rémora mundial. En la historia y de manera cíclica se ha demostrado que esos sistemas suelen acabar de forma drástica, sangrienta y con una colección amplia de brutalidades.

En el otro extremo, quizás en otra dimensión, JPMorgan ha obtenido 3.600 millones de dólares de beneficio en el tercer trimestre de 2009. Su fundador, persona de éxito donde las haya, John Piermont Morgan, tenía la intención de comprar una empresa a comienzos del siglo XX, sus consejeros le avisaron que no podía hacerse y les respondió, “Yo les pago, no para que me digan lo que puedo y no puedo hacer, sino para que me digan cómo hacer lo que quiero hacer”. Lástima que no se propusiese erradicar la pobreza del mundo.