U2 en Sevilla y el bolsillo de los organizadores

Revuelo importante por la venida del mítico grupo irlandés al sur de esta España nuestra. Es la primera vez, muchos pensamos que la única, y miles de seguidores, después de haber peregrinado a importantes estadios siempre ubicados más al norte, no están dispuestos a perderse la venida de la montaña a Mahoma y no disfrutar de esos 360º milagro hechos luz y sonido en la voz de Bono, y las manos de Edge, Adam y Larry.

Por curiosidad he brujuleado por la página de la compañía encargada de repartir las codiciadas llaves del espectáculo materializadas como entradas. He tenido suerte y la página no está colapsada, sin duda la inversión en hardware y software ha sido importante, ningún cliente que intente comprar debe quedarse sin hacerlo por bloqueo técnico. He aprendido muchísimo sobre distribuciones espaciales y monetarias, y sobre todo he mascado la presión de cuenta atrás que como cronómetro bien visible te repite que tu tiempo se acaba y que te puedes quedar fuera por no hacer click rápido.

El tiempo está calculado para que, estrictamente puedas localizar la opción deseada (siempre que el sistema te deje elegir, pues hasta el tipo de entrada que quieres la selecciona por ti) y pulsar en el circulito indicado, pero no deja margen para que te pares a pensar que los precios son desorbitados y que muchas cosas pueden pasar en un año que harían suspender el concierto o podrían impedirte asistir, ahí se les ha escapado un área de negocio, la del seguro de cancelación.

El que si que tienen muy claro es el negocio financiero. Como un amigo manifestaba, son unas 50.000 personas que están pagando una media de 100 euros cada una. Colocados los ingresos desde hoy en un banco a una prudente rentabilidad del 5%, supone un negocio financiero de más de un cuarto de millón de euros. Si por cualquier circunstancia debe cancelarse el concierto, se devuelve el dinero pero los intereses generados ya son titularidad de los organizadores.

La música que tocará U2 en Sevilla a algunos le sonará celestial, casi tanto como el clin clin del dinero entrando en la caja. Anyway, ojala el concierto se celebre, toneladas de ilusiones están puestas ya en las reservas hechas.