jueves, 10 de diciembre de 2009

Alcanzar metas

Recomienda el sabio que se disfrute del camino, que no nos obsesionemos con alcanzar la meta pues eso sólo hará que pisemos flores preciosas con nuestras patosas zancadas y nos privemos de historias bellas y muy interesantes por no ser capaces de disminuir la velocidad y no atrevernos a mirar por el espejo retrovisor por miedo al vértigo y la rabia de lo que pasó y no nos caló. En cada cruce hay que parar y reflexionar sobre el camino a coger. Si no sabemos hacia donde vamos, cualquier camino puede ser bueno, como para el conejo de Alicia en el País de las Maravillas.

La meta es importante, debemos luchar con energía y constancia para lograrla, pero de nada nos servirá habernos dejado la piel y entregar el corazón en el puño como justificación y consuelo por no haberla alcanzado. Rechacemos la primaria estrategia de los indios y no corramos todos en la misma dirección a apagar el mismo fuego, pues otro más virulento nos sacará de quicio cuando sus llamas nos taponen la única salida posible.

Asumiendo que la certeza es una utopía, antes de echar a correr para agarrarnos a nuestra meta es necesario 1.- Saber lo que se quiere. 2.- Saber donde está. 3.- Buscar al experto que la ha conseguido mil veces y copiar de él. 4.- Elaborar un plan de acción para rentabilizar nuestro esfuerzo.

El heroe más mítico y humano de toda la literatura clásica, Ulises tenía una meta tan grandiosa, dramática, indispensable y esencial como humilde, solo era un viajero que ansiaba regresar a su hogar junto a su mujer e hijo.

2 comentarios:

Coaches dijo...

Muy buena reflexión. Con tu permiso enlazo este post con nuestro blog, "Coaching en Armonía". Saludos, Alberto Mateos

JACINTA dijo...

Querido amigo, fuiste el primero en seguirme, todos los dia q puedo doy un vistazo a tus escritos, no soy de mandar muchos comentarios por mi inseguridad al escribir. felices fiestas besos