Tenía ya varios años cuando cayó en mis manos, las cuales tenían ya la suficiente fuerza y la astucia necesaria para no volver a soltarlo. Es uno de los escasos libros que me han acompañado durante bastantes años, mudándose de despacho y ciudad conmigo. Lo leí un par de años antes de entrar en la facultad y me descubrió un mundo fantástico y maravilloso, el de una ciencia social, la economía.
Quizás por la curiosidad de profundizar en ese mundo y por mi absoluta inoperancia para gestionar la caja, me puse a estudiar economía. El libro, gran precursor de mi decisión se llama "Curso de Economía Moderna". Su hábil autor se encargó, hasta en el título, de que su enorme tomo no perdiera vigencia.
Lleno de teorías, conceptos, ejemplos y singularidades, destacar una más allá del contenido. Su traducción al castellano la hizo el que por aquel entonces (la edición que tengo es de 1.973),era catedrático de Estructura e Instituciones Económicas, profesor José Luís Sampedro. Esta cuestión pasó para mi desapercibida durante años, hasta que, una vez al ir de una novela a un libro de economía, la memoria fotográfica encontró el mismo nombre en la portada de "La Vieja Sirena" y en el "Curso de Economía Moderna".
En los últimos meses se ha puesto de nuevo en cuestión, por enésima vez, las reglas de funcionamiento de la economía de libre mercado lo que ha servido de excusa para que decenas de títulos hayan visto la luz. El autor de "Curso de Economía Moderna" ha seguido publicando desde su atalaya del Instituto de Tecnología de Massachusetts, de manera incansable sus ideas y opiniones sobre lo que ocurría en el mundo. Esta vez no podrá comprobar si tenía razón con sus recetas para salir del actual atolladero, Paul A. Samuelson, falleció ayer, nos enseñó muchísimo a unos cuantos millones de lectores que tenemos en la economía una de nuestras pasiones. De ella, Samuelson decía, "La economía no es un cuerpo acabado y embalsamado de sabiduría convenional, sino más bien un conjunto de materiales para el debate sobre la revolución, la libertad, la eficiencia y la inacabable búsqueda del bien de la sociedad". Que así sea.
lunes, 14 de diciembre de 2009
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