martes, 23 de marzo de 2010

Pitas, pitas, pitas

Nunca la razón fue un arma para faltarle al respeto al prójimo, más bien fue el camino perfecto para construir conjuntamente, para cura de errores y conseguir una mejora que se convierta en satisfacción para todos. Si además ese prójimo es quien te ha elegido para el puesto y quien te paga, insultarle se convierte en una encrucijada que obligaría al más pueril a dimitir del puesto.


Los que han hecho de la política una profesión y un medio de vida, muy alejados en sus motivaciones del sentido de contribución a un proyecto de sociedad mejor, suelen caer en deslices que los evidencian y que les resta valor respecto al bando opositor y consigue el arrope de sus propios aliados en una prueba irrefutable de la ley de la polaridad.

Cierto es que no son pocos los que en Andalucía se buscan todas las argucias posibles para lograr una contraprestación pública a cambio del mínimo esfuerzo. Puede ser interpretado como pereza, o como astucia e inteligencia regada por la necesidad y el hambre, que cada cual se ponga en la cara del prisma que le interese. Pero de ahí a decirles que acuden como las palomas a la voz de “pitas, pitas, pitas” a recoger migajas de pan va un trecho, un largo, profundo, oscuro y sinuoso trecho.

La guerra sucia y barriobajera que algunos políticos se traen entre manos deberían circunscribirla a destapar las corruptelas que hay por doquier, cara B de los mismos políticos que ya decía al principio que han hecho de la política una profesión y un medio de vida. Es de sentido común y muy lícito razonar que cada uno quiera tener la mejor vida posible, y los políticos pueden lograrlo haciendo un abuso de su puesto de poder.

No creo que la medida adoptada por el gobierno socialista de rebajar el número de peonadas necesarias para cobrar el subsidio sea la mejor opción posible. Vuelve a fomentar la firma de peonadas falsas. Pero sobre todo no provoca ni favorece el esfuerzo, no tiene en cuenta las diferentes pérdidas en las zonas más o menos afectadas y al emprendedor, al agricultor, el sistema le vuelve a penalizar por tener una actividad dependiente de la climatología. No es para nada la mejor opción, vuelve a ser café para todos, poquito café y sin azúcar. Por eso pueden resultar incluso más dolorosas las declaraciones de Esperanza Aguirre, rápidamente matizadas cuando algún asesor la avisó de la repercusión que tendrían en el sur de España.

No, no es de recibo, la falta de respeto a todo un pueblo lleva implícita la falta de estima hacia un modelo que la ha encumbrado, el democrático, espero que todos los que tengan la opción dejen de votar a personajes de este talante. Dice una frase del ámbito de los recursos humanos que se contrata a alguien por su talento y se le despide por su talante.

1 comentario:

Mariluz GH dijo...

Todos estos impresentables que siguen creyendo que nos alimentamos con el dinero que ellos traen 10 días al año y que además olvidan que "nosotros somos sus jefes" no sus criados. Olvidan que la democracias nos ha dado el poder del voto.
Ya me gustaría ver al Arenas en la J... no, creo que mejor no llegue a la Junta.

dos abrazos y buena semana