martes, 6 de julio de 2010

Conseguir salarios reales

Parece que el ojo del huracán se desplaza, ya España no es la atracción favorita de los especuladores, esos que desestabilizan todo un país. Los discursos se consideran más acordes con la realidad y ya no le otorgan ese poder superlativos a unas personas, a unos entes que aún no he conseguido ver leer en ningún periódico, escuchar en ninguna radio, ver en ninguna televisión. Dicen en mi pueblo que en toda familia siempre hubo niños pequeños a los que poder echarles la culpa del tiesto roto.

En todo caso, las fuerzas tienden a equilibrarse y, por ejemplo, hay ahora simetría entre las calificaciones de las agencias especializadas y la percepción del mercado sobre la economía española. Aunque el castigo político internacional parece que sí se produjo, la solvencia de la deuda pública española es muy alta, el país tiene probada su capacidad para devolver créditos, es sólo una cuestión de mantenimiento de la credibilidad, y es obligación del gobierno conseguirla antes del período de vacaciones. En el juego también vale sacar las vergüenzas ajenas: un banco alemán tiene tanto riesgo como toda la banca española.

Y para ganarse la solvencia el gobierno debe hacer efectivas las medidas correctivas y asumir que tenemos que conseguir ajustes de mercado por la vía de los salarios y no por la vía del desempleo. Claro que el dato de desempleados de junio es malo, la cifra psicológica de los cuatro millones son toneladas de psicología, requiere poner en marcha a casi diez millones de psicólogos, que hagan terapia con los miembros de esas familias que no reciben hoy ingresos.

España tiene que asumir que no ha hecho los deberes: han subido los salarios en los últimos años 2-4%, la inflación sigue subiendo y sin embargo la productividad no para de caer. Krugman decía hace algunas semanas que es necesaria una deflación del 15% de los salarios en España. Mientras no se haga, lo seguiremos pagando con desempleo.

1 comentario:

Partzoneria dijo...

¿no hay un poco más de imaginaciñon a la hora de aplicar medidas?

.....comencemos por asumir que la democracia, como nos la quieren hacer asumir nuestros gobernantes, no existe, es decir, casi nada depende de nuestros votos, ya que nuestro gobierno debe plegarse ante las exigencias financieras internacionales...., decía un sabio, "...si esto es vivir en serio, preferimos hacer el indio".

¿Juguamos a imaginar otras reglas de juego?