martes, 20 de julio de 2010

la tranquilidad del lider

Al final, un paso después de haber cruzado la meta en primera posición, aparecen las cámaras y los micrófonos, y el trabajo callado se hace público. Sin embargo, el éxito comienza a labrarse mucho antes, según Kipling “El éxito comienza por la voluntad”.


En un artículo publicado el sábado por David Fernández, se destaca el hecho de que las empresas prefieren ahora líderes “de perfil bajo” y se centra en el ejemplo de Vicente Del Bosque del que se dice “el hombre tranquilo”. "Es el liderazgo de los nuevos tiempos", confirma Juan Carlos Cubeiro, de Eurotalent, otros expertos añaden ingredientes de mucho valor, Ignacio Álvarez de Mon, "Por lo que trasciende de su comportamiento, Del Bosque es una persona modesta, humilde y sencilla. Ejerce un estilo de mando horizontal…”.

Es necesario alejarse de los ejemplos para poder alzar la vista al horizonte, a veces los árboles no dejan ver el bosque, la táctica no le deja sitio a la estrategia o los beneficios anuales pueden condicionar la supervivencia futura. Salvando además, la obviedad de que siempre resultó arriesgado y presuntuoso emitir juicios a partir de una observación externa y lejana. Sin conocer los ingredientes, las horas y el trabajo que han requerido meter los ingredientes en el guiso es fácil decir que quedó salada.

Cada situación, cada momento requiere un estilo, y son muchos los factores que juegan para hacer saltar la magia cuando se encuentran necesidad y virtud. Afortunadamente se dan, por suerte esas cosas pasan, la mayor parte de ellas no por azar sino por el esfuerzo, tesón e inteligencia.

Es cierto, como dice David Fernández que las empresas pueden estar requiriendo “líderes tranquilos” para gestionar la situación actual, directivos que sean capaz de escuchar, que diluyan tensiones, que encuentren la motivación intrínseca de cada miembro de su equipo, que fije objetivos alcanzables y estimulantes. No son tiempos de arengas, de tensar la cuerda, de exprimidoras. Las empresas con filosofías arcaicas que opten por ese camino se van a encontrar con una fuga fundamental de talentos.

El carácter del lider del directivo sin embargo no lo es todo, no es la panacea, también es necesario darle herramientas, palancas y caminos porque igual que estos directivos hacen poco ruido y emiten pocas estridencias en su gestión diaria también conservan ese estilo en su salida. Después son las empresas los que los echan de menos. Aunque quizás eso, y volviendo al ejemplo quien mejor podría responderlo sería Florentino Pérez.

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