Hoy es 10 del 10 del 10, son las 10:10. No es más que una coincidencia numérica, curiosidad en sentido objetivo, y detalle para el comentario simpático para la mayor parte de las personas.
La trascendencia que queramos otorgarle a cada número, a cada palabra, a cada gesto, a cada valor, a cada concepto que pase por nuestra vida o incorporemos a ella es absolutamente relativo y personal. Lo extremadamente vital para unos, es superfluo y prescindible para otros.
Unos lo dicen del inconformismo, otros del perfeccionismo.
Lo cierto es que para el que lo vive cada día es la penosa tarea llegar a la cama acompañado del vacío, y que necesita que el despertador lo saque de ese mismo vacío para sumergirse en la guerra cotidiana. Para el que cada aliento es rancio e insuficiente. Para el que tiene una rabia contenida que lucha encarnecidamente por salir de su condena. Para el que la felicidad es algo que solo aparece en la sonrisa del orgasmo del que tienes enfrente.
2 comentarios:
Para mí aún es más simple, mi felicidad pasa por la tuya.
La merde, justo ayer escribí “Setecientas Puertas”, que hubiera sido de mi si este día y a la 10:10 todo hubiera cambiado, no se, pero seguro quedaría solo YO y mi soberbia.
Muy lindo el comentario y espero que sepan entender el mío.
Pena (L7s7)
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