Curiosidad desgarradora

La trascendencia que queramos otorgarle a cada número, a cada palabra, a cada gesto, a cada valor, a cada concepto que pase por nuestra vida o incorporemos a ella es absolutamente relativo y personal. Lo extremadamente vital para unos, es superfluo y prescindible para otros.
Unos lo dicen del inconformismo, otros del perfeccionismo.
Lo cierto es que para el que lo vive cada día es la penosa tarea llegar a la cama acompañado del vacío, y que necesita que el despertador lo saque de ese mismo vacío para sumergirse en la guerra cotidiana. Para el que cada aliento es rancio e insuficiente. Para el que tiene una rabia contenida que lucha encarnecidamente por salir de su condena. Para el que la felicidad es algo que solo aparece en la sonrisa del orgasmo del que tienes enfrente.
Comentarios
Muy lindo el comentario y espero que sepan entender el mío.
Pena (L7s7)