Ahora que se recrudece el invierno, y también cae fuera lo que desde hace unos meses sentimos que llueve dentro, el mordisco de la crisis cala hasta los huesos.
Proliferan en estos meses las asociaciones de personas o entidades damnificados por la crisis las cuales intentan aunar esfuerzos para solventar de la mejor manera la desgracia común. Cualquier somera búsqueda nos trae a la pantalla decenas de estas asociaciones. Algunas bastante locales, otras más generalistas. Ciertamente no es difícil identificarse con ellas, con sus fines y objetivos. Demasiados son los que están pasando una mala situación arrastrados por los errores de otros.
Y también en este ámbito tiene validez el efecto del río revuelto, pues algún avispado empresario, eso sí, afectado por la crisis, ha constituido alguna asociación para ayudar a otros empresarios que se han visto estrangulados financieramente, han caido a continuación que sus clientes o se han visto abocados a un ERE que los tiene entre la espada y la pared.
1 comentario:
mi niño como decimos en asturias, a rio revuelto ganancía de pescadores, un besin de esta asturiana
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