lunes, 6 de diciembre de 2010

Ingenio en la crisis

Los sentimientos extremos son los que más unen, en especial los de inmensa alegría o los de profunda tristeza.

Ahora que se recrudece el invierno, y también cae fuera lo que desde hace unos meses sentimos que llueve dentro, el mordisco de la crisis cala hasta los huesos.

Proliferan en estos meses las asociaciones de personas o entidades damnificados por la crisis las cuales intentan aunar esfuerzos para solventar de la mejor manera la desgracia común. Cualquier somera búsqueda nos trae a la pantalla decenas de estas asociaciones. Algunas bastante locales, otras más generalistas. Ciertamente no es difícil identificarse con ellas, con sus fines y objetivos. Demasiados son los que están pasando una mala situación arrastrados por los errores de otros.

Y también en este ámbito tiene validez el efecto del río revuelto, pues algún avispado empresario, eso sí, afectado por la crisis, ha constituido alguna asociación para ayudar a otros empresarios que se han visto estrangulados financieramente, han caido a continuación que sus clientes o se han visto abocados a un ERE que los tiene entre la espada y la pared.

Por una módica cuota de inscripción y mantenimiento, la asociación atiende las reclamaciones de estos arruinados empresarios y pone en marcha las posibles acciones o medidas que aún el dañado no ha iniciado. Suelen ser escasas y remotas con lo que la probabilidad de éxito es escasa. Por el camino, y mientras dure esto, los promotores de la asociación se han conseguido un magnífico medio de vida.

1 comentario:

julia rubiera dijo...

mi niño como decimos en asturias, a rio revuelto ganancía de pescadores, un besin de esta asturiana