Frescura democrática

Ahora que unos alardean de hambre de urnas, ahora que otros sacan una nueva batería legislativa.

Ahora que los grandes van a seguir dedicándose a tirarse los trastos los unos a los otros, dirigiéndose a toda cabeza visible que puedan.

Ahora que la proximidad de la carrera electoral de las municipales caldeará el ambiente.

Ahora que los titulares empezarán a ser copados por corruptelas y peticiones de dimisiones.

Ahora es momento para que ambos reflexionen, sobre el modelo actual en el que la ley los ampara y que el modelo legal de partidos políticos en España favorece una oligarquía que permite vivir a los que llegan a poder de espaldas al pueblo.

Hace unas semanas, Rosa Diez ofrecía una batería de importantes argumentos que animan a que el cambio y la reforma empiece por la propia ley electoral como camino hacia un saneamiento de nuestro modelo democrático:

La Ley Electoral y la Regeneración democrática

Algunos la acusan de que todas las propuestas la benefician. Es cierto. También lo es que esas propuestas beneficiarían a cualquier minoría y rompería muchas prácticas con sentido antidemocrático de nuestros actuales dirigentes.