jueves, 7 de julio de 2011

Abdoulay Sek

Se llama Abdoulay Sek, es de origen senegalés, y no por eso es ilegal. Como bien decían sus vecinos, transformados en defensores, “Ningún ser humano es ilegal”.


Porque la policía quería detenerlo, porque las reminiscencias de ciertos prejuicios y doctrinas arcaicas convertidas en dogma han hecho durante demasiado tiempo que se mire de distinta forma a personas desde estamentos que deben considerarnos a todos iguales. La policía quería llevárselo porque su color de piel era tomado como indicio de ilegalidad.


No se lo llevaron. En un gesto, también de elegancia y de inteligencia, la policía se subió a los coches patrulla y se marchó. Hubiese resultado un despropósito carente de todo sentido un enfrentamiento con los manifestantes espontáneos. La sensatez reinó en Lavapies.


El incidente puede quedar como anécdota aunque, en mi opinión, adquiere una relevancia enorme. Siento envidia de los que allí estuvieron. Mucho más allá del 15M, un puñado de vecinos podrá decir con orgullo que estuvo el 5 de Julio de 2011 en Lavapies, a las ocho de la tarde, en la calle Valencia.


Porque con su participación, con el gesto de ponerse en medio de la calle, defendiendo a un vecino, quizás desconocido, quizás incluso con un expediente policial nada envidiable, pero que estaba siendo objeto de un atropello por parte de la autoridad, han puesto en práctica el que creo que es el verdadero sentido del movimiento 15M.


Es necesario actuar. No es suficiente con indignarse, con eso no basta. Una vez sacada fuera la rabia, consignados los gritos en las manifestaciones, apoyado las acampadas, tiene que quedar fuerza y motivación para la acción.


Era necesario el 15M para sentir la sociedad por las venas y sentirnos parte de ella. Ha sido bueno el 15M para que tomemos conciencia de que nuestros pueblos, nuestras ciudades, nuestras instituciones, la manera en que vivimos y nos relacionamos la decidimos también cada uno de nosotros. Ya hemos aprendido que somos el pueblo soberano que tiene potestad para elegir de forma libre nuestros representantes a todos los niveles. No podemos quedarnos en eso


La semilla del 15M debe germinar en este tipo de situaciones como la de Lavapies. Tenemos que opinar, actuar, movilizarnos, apoyar o repudiar lo que pensemos que sea bueno o malo. Vale todo, todo es respetable salvo permanecer indiferente.

Parece cierto y probado que Sek se coló en el metro. Se le debió haber multado y expulsado, pero no hacían falta varios policías de paisano y de uniforme para cachearlo y detenerlo. Los vecinos de Lavapies están habituados a estas escenas, pero se han cansado de ser espectadores y el martes evitaron un atropello contra la dignidad humana. De forma espontánea, desinteresada, decidida. Tomemos nota. Opina, actúa, implícate.

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