martes, 26 de julio de 2011

Cultura mirando las musarañas

La explicación existe, seguro que existe, y probablemente sea muy plausible. Pero la impresión, la lectura más obvia, es que hay gente que sigue considerando que esta vuelta de responsabilidad, esfuerzo y eficacia que nos esta exigiendo a todos la vida, no va con ellos.

El delegado de cultura de Huelva, Juan José Oña, acaba de decir que no ha tenido tiempo para leer la sentencia por la que se anula la declaración de bien de interés cultural a Fuentepiña y el Árbol de Platero, lugares de inspiración de Juan Ramón Jiménez.

Hábil en lo político, preguntado por el periodista, se dedicó a lanzar dardos acusatorios contra el anterior alcalde de Moguer. Con ello consigue ganar el titular, desviar el tema y salir del paso.

La conservación de los lugares emblemáticos relacionados con el único Nóbel de literatura español no es nuevo. El debate sobre la declaración de BIC (Bienes de Interés Cultural) de dichos lugares lleva, oficialmente, casi siete años abierto. Tras la declaración, la primera sentencia judicial es de 2007 y la que aún no ha podido leerse Oña lleva un año en la calle.

La delegación de cultura no ha iniciado expediente sobre el asunto. Será que no ha tenido tiempo o no lo considera relevante y necesario.

No es necesario sacar argumentos grandilocuentes, clamando que tenemos en el olvido y despreciamos a nuestro único Nobel de literatura, al mágico poeta del costumbrismo, al padre del mítico burrito pequeño, peludo, suave, casi de algodón. No hace falta nada de eso, basta con destituir al delegado por dejación en sus funciones.

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