El discurso se radicaliza, las apuestas suben y el juego se vuelve más duro.
Algunos miembros de asociaciones proderechos de los animales están ahora en prisión en España. Sus actos han vulnerado la ley, y por tanto, las fuerzas de seguridad han hecho también su trabajo. Esos actos han atentado contra personas, entidades y bienes privados, parece que pueden haber llegado a atentar contra la salud pública y el medio ambiente. Asuntos graves, medidas disciplinares contundentes.
Una posible definición de ecoterrorismo según David Huerta, puede ser: "el uso de prácticas terroristas en apoyo a causas ecológicas, medioambientales, o de derechos de los animales". La agresividad del término es manifiesta, y el simple hecho de pensarnos incluidos en esa categoría nos hace sentirnos un poco delincuentes.
Comprendo sin embargo a los que se les agota la paciencia y entienden que para que la máquina se mueva es necesario echarle algo más de combustible que pancartas, notas de prensa y acciones de concienciación. El diálogo respetuoso es más sólido, más firme, más consistente, pero más lento. A algunos les cuesta permanecer impasibles ante atropellos que bien saben vestirse de corderos y quedar amparados por las leyes.
Y las salvajadas de esas características no son escasas. Granjas para producción de pieles que utilizan especies exóticas. Producciones industriales de carne que juegan con los límites de espacios y usos de sustancias artificiales. Prácticas abusivas y de maltrato que se convierten en espectáculos dantescos. Poner de ejemplo a cualesquiera de ellas es hacerles un favor del todo innecesario.
Con acciones radicales contra estas prácticas se consigue notoriedad, algún titular, pero sobre todo muchos enfados y el riesgo de que se tache de vándalo, delincuente o incluso terrorista perdiendo con ello la credibilidad y la simpatía de muchos que ven el partido desde muy lejos.
Cuando se nos pase por la cabeza llevar a cabo acciones contundentes en defensa de los animales debemos recordar que aún existen demasiadas personas que no tienen admitidas y asumidas las teorías de Darwin. Lo peor es que algunas de ellas cuentan con bastante poder, y así nos va.
lunes, 11 de julio de 2011
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