Cormoranes en el cielo

Hoy he visto llegar los primeros. En formación, como mandan los cánones, en vuelo directo al Sur, con ese desgarbo que llaman algunos; desparpajo y chulería me parecen a mi, y es que pueden presumir de ser de las especies más antiguas que surcan hoy los cielos.

Los cormoranes buscaban con ansia el Sur, desde su altura ya podrían divisar el destino ansiado, las marismas de Doñana. Traen para la ocasión, los adultos su riguroso traje de luto, los jóvenes aún conservan algunas chapas claras, aún no se han ganado el negro inconmovible.

Van a llevarse una gran sorpresa, horrible desconcierto, y es que, tras un septiembre duramente seco, la marisma los va a recibir polvorienta y con una temperatura que en estos días sigue superando los treinta grados en las horas centrales. Ellos vienen del templado, casi frío verano del norte de Europa, de estar a diario en frescas aguas pescando, esperan encontrar similares condiciones en el ya, otoño peninsular, pero no, este año no, el verano sigue instalado en las medianías de octubre.

Los cormoranes, presentes en el planeta desde hace unos cuantos miles de años, han tenido que enfrentarse a muchas dificultades, pero ninguna tan dura como en los últimos tiempos. Actuemos desde lo local, todos podemos hacer pequeñas cosas cada día que sumadas, son milagrosas.