martes, 24 de enero de 2012

Por qué no?

Hoy era un gran día para ello. Lo tenía pendiente desde hace tiempo, demasiado. La colección de excusas ya había logrado completar el álbum, tenía la impresión de salir tan tarde que incluso me arriesgaba a perder el último búho.

La cuestión era más clara, más sencilla, mucho más simple de lo que yo pretendía hacerla. Me pensaba Prometeo, pero en realidad tuve la sensación de que en realidad lo que afloraba  en mi, era un poco mi lado Víctor Frankestein. Cuando, finalmente, tuve el valor de preguntármelo con total sinceridad, no me quedo escapatoria posible, tuve que rendirme a los hechos y reconocerlo. Por qué no iba a hacerlo. Podría haber sido cualquier otro, pero hasta el de hoy no había conseguido ahorrar la suficiente honestidad conmigo mismo.

Me he dicho, por qué no. La mire y, sin prolegómenos, le reconocí que, cuando no la siento cerca, la alegría la derramo por las aceras, que la ilusión siempre crece en las ramas más altas, que hasta el sol me trae la luz cuando menos la necesito, que cada avión en el cielo es una oportunidad huida, que me muero por que llene mi habitación de por qué nos y sensaciones nuevas.

Por qué no, de un tipo como yo, que prefiere las nueces a la cocaína, se pueden esperar grandes aventuras. Cierto, se vence antes al león que a la timidez, pero esta vez me merendé a toda la manada, por qué no, ella lo merecía. Y yo también, que leches!, por qué no, yo que considero que es un cima biográfica cualquier hora, cualquier minuto, cualquier momento exento de dolor. Por qué no, si acababa de concluir que aquello no iba a ser un acto de egoísmo por trasladarle la responsabilidad sino un acto de generosidad por compartir mis inquietudes.

Me ha escuchado con máxima atención. Se ha quedado en silencio. Quizá ahora esté pensando, por qué no???

No hay comentarios: