Dos semanas de campaña. Dos semanas por delante, dos semanas
de cuenta atrás. Para unos, directamente, sobran, para otros serán los días más
intensos del año. Lo importante es que todos estemos participando el 25, sin
duda.
Para incitar a la participación en las urnas me resulta un
recurso demasiado fácil acudir a los manojos de argumentos que esgrimía Blas
Infante para describir el sentir
andaluz. Puedo ir a la letra de nuestro himno y tomar prestadas algunas frases
que conmueven cimientos. No lo creo necesario, el andaluz es un ciudadano del
siglo XXI con madurez democrática y consciente que su implicación, participación
y opinión es necesaria, imprescindible para, entre todos, encontrar soluciones
nuevas a problemas viejos.
La próxima legislatura, los próximos años van a ser
cruciales, vamos a elegir nuestro sitio en el mundo para la siguiente década,
para el futuro; a nadie se le escapa ya eso, y la oportunidad de escoger el
equipo que gobierne a partir de abril Andalucía está en nuestras manos, en nuestro
voto, no por obvio sobra recordarlo, ¡¡podemos!!, podemos decidir libremente
quiénes queremos que nos gobiernen.
Y debemos tomar os muy en serio ese ejercicio de decisión
porque España no puede aguantar cuatro años más, porque Andalucía no se lo merece,
porque los andaluces hemos trabajado muy duro para que ahora nos arrebaten lo
conseguido a base de mucho esfuerzo y tesón. No permitamos que nos hagan creer
que los ciudadanos hemos sido los culpables de esta situación.
Debemos participar con nuestro voto y conocer las propuestas
que nos ofrecen unos y otros. Profundizar y escarbar en su contenido, en su
programa, en la gente que compone las candidaturas, en los procesos de gobierno
de los partidos, en su manera de trabajar y decidir. Si hacemos ese ejercicio
podremos comprobar que ya no necesitamos optar entre lo malo o lo peor, o
quedarse en casa, o irse de perol. Hay alternativas. Hay gente y organizaciones
que llegan con fuerza, con ilusión, con espíritu renovado, con otra manera de
hacer las cosas y lo más importante, con propuestas necesarias, válidas, útiles
y enriquecedoras para Andalucía.
No esperemos que nos lo digan los analistas, es una
realidad, los partidos políticos tradicionales son ya unos dinosaurios en el
2012. Requieren una financiación brutal, un aparato de partido firme y una legión de
incondicionales acríticos para mantenerse en pie. Un resultado evidente de ese
funcionamiento es que todos ellos están formados por personas cuyo oficio es o ponerse
ante la cámara o ayudar y dar soporte al que está delante de la cámara. Todos
ellos están ligados a otras organizaciones a las que deben pleitesía y cortesía
y que condicionan sus decisiones. Todos ellos no tienen siquiera la dignidad de
huir de unas políticas neoliberales que van a sepultar el estado de bienestar.
Todos ellos apelan a una serie de principios trasnochados para explicar su no
evolución y se anclan en escudos de diestras y siniestras para pertrecharse
tras sus colores. En realidad va siendo hora de eso, de sacarles los colores.
Hay opciones, la sociedad siempre va por delante de sus
instituciones. Ahora no es ya filosofía ni teoría. Es una realidad, la solución
macroeconómica y social para los próximos años solo la ofrece la ecología
política que plasmada en los ejes de equidad social y sostenibilidad ambiental,
aporta luz y salidas a problemas a los que
hoy, con los antiguos esquemas, Europa y Occidente entero no encuentran
solución.
Generar empleo y riqueza es posible en Andalucía si creemos
en ella, si apostamos por ella, si luchamos por ella. Hacia tiempo que yo mismo
buscaba una opción que me aportase ilusión y esperanza. Ya existe, es Equo Andalucía.
Hacer política desde la participación, desde la independencia, desde la
honestidad merece un voto de confianza. Equo trae bajo el brazo propuestas
económicas, de empleo, de salud, de sanidad, de educación, de energía, de
ecología, de integración social, ..., sustentadas en el sentido común y que
persiguen el bien colectivo. Eran demandadas por los ciudadanos desde hace
tiempo. Ahora las tenemos. Merece la pena conocer el proyecto, participar en él,
Equo cree firmemente en la democracia participativa. Merece la pena darle la
confianza con nuestro voto.
La mía, mi confianza ya la tienen, mi voto lo tendrán el 25.
Los andaluces necesitan Equo. Andalucía se lo merece, Hay Alternativa.
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