miércoles, 16 de mayo de 2012

La decadencia de la novela


De reciente publicación, es el último libro de Vicente Verdú. He disfrutado mucho con su lectura, con el análisis que hace de lo que ha dado en llamar “la gran crisis”. El libro lleva por título “La hoguera del capital” y acaban de concederle el premio hoy 2012. No puede ser más acertado y de portada el título, y su interior está especialmente diseñado para incendiar conciencias.

En él, Verdú hace muchas e interesantes reflexiones. En una de ellas se refiere al mundo literario, dice: "los signos más tangibles del cambio cultural que genera esta gran crisis no se encuentran en la novela, que sigue la inercia de su interminable vejez, sino por el porte de los coches que circulan mimetizando las circunstancias".
Conforme con lo de los coches, afortunadamente deja de estar de moda valerse del coche como símbolo fálico, y eso de tener un 4x4 para llevar a los niños al cole va siendo cuestión de tres desaprensivos emocionales.
En desacuerdo con lo de la interminable vejez de la novela. Es bueno ser crítico y exigente con los autores.  Es un insulto al lector llenar estanterías y estanterías con mediocres y malos escritos autoeditados. Pero de ahí, a afirmar que los mundos imaginados están en decadencia, hay un trecho.
A veces acierto y disfruto muchísimo, en otras ocasiones no consigo conectar con lo que el autor quiere transmitir en su obra, pero no por eso voy a dejar de explorar nuevos autores y obras que no sean bestsellers. Me merecen el máximo respeto, los autores dejan un trozo de su vida, un cacho de su corazón en cada historia.
Estos días Sevilla celebra su feria del libro, y la agenda está plagada de convocatorias realmente atrayentes, excitantes. Desconozco la reacción que Verdú pretendía del lector con su frase, la que ha propiciado en mi es clara e inequívoca. Me voy a la feria del libro, cogeré un par de títulos de autores hasta ahora desconocidos para mi.

No hay comentarios: