Hoy es el día de los humedales. Desde que hace 42 años se
firmase el convenio en Ramsar, el 2 de Febrero sirve de excusa para hablar de
estos sitios, imprescindibles para sostener el mundo y la vida tal como la
entendemos.
Hace tiempo que no corren buenos tiempos para los humedales.
La polvareda de sombra y tristeza que se ha derramado en los últimos días sobre
Doñana con el anuncio de la autorización de prospecciones para la extracción de
gas en sus inmediaciones es lo que sale por encima de la superficie del
iceberg.
En apenas unos meses, tengo la impresión de que hemos
retrocedido en materia de conservación, lo avanzado en los últimos treinta
años. La voluntad y la intención real de conservación de los que tienen en sus
manos hacerlo a gran escala, de repente se ha atrofiado. Y la conciencia y
compromiso generados en la ciudadanía corre el riesgo de ahogarse en el mar de
la impotencia y la incomprensión.
El mundo conservacionista debe construir un cortafuegos inexpugnable
en torno a Doñana. A modo de “No Pasarán”, debemos unir fuerzas para decirles a
los que sin proclamarlo explícitamente, a los que se han colocado en el otro
bando, en el de la irresponsabilidad social, que hay cuestiones que son
innegociables.
Debemos, más que nunca, sacar la bandera de Doñana como
símbolo, como concepto, como reto, como objetivo de futuro, ahora que aún
podemos. Los que hoy estamos no llegamos a tiempo de impedir el genocidio que
resultó la desecación de la Janda y otros tantos enclaves de importancia vital,
no dejemos que vuelva a ocurrir porque después, la restauración, la restitución
de los sitios a su estado original puede resultar extraordinariamente compleja
y laboriosa.
La antigua laguna de La Janda, mejor dicho, quitarle el
adjetivo de “antigua”, es el gran objetivo aún hoy para más de veinte colectivos que llevan luchando largos años para que se restituya a su estado
original, al que era uno de los grandes humedales del continente europeo de
vital importancia para especies residentes y migratorias y que hace unos
sesenta años se desecó para destinarlo a cultivo y pasto.
La jornada de hoy, del 2.013 habla de “Los humedales y la
gestión del Agua”, en conciencia, debemos admitir que nos queda aún mucho por
aprender, tanto de los humedales como de la gestión del agua. A peor, algunos
incluso son capaces de desaprender.
Ánimos, sigamos trabajando para recuperar la Janda, para volver a verla como lo hicieron tantos otros, merece la pena!
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