De chavales, bajar una cuesta en bicicleta, sabiendo que los
frenos podían fallar, nos subía la adrenalina. En cualquier otro momento y
contexto, no saber cómo vamos a amortiguar la caída causa, al menos, inquietud.
Entre la amalgama de datos publicados en los últimos días,
hay dos, conocidos hoy mismo que se me antojan entrelazados, y no sólo porque
uno suba y otro caiga, como queriendo encontrarse en el camino. Hoy han sido
publicados los datos del paro del mes de febrero y el índice de confianza de los
consumidores. El primero sube, el segundo baja. Los parados en España se sitúan
en 5.040.222 personas y el índice de confianza en el 50,7, muy por debajo del
valor 100 que indica una posición ni pesimista ni optimista.
Un nexo claro entre ambos datos aparece cuando el 78,7% de
los encuestados dicen que las posibilidades de encontrar un puesto de trabajo
han empeorado en los últimos meses. Ese sentir trae una consecuencia, y es la
bajada en el número de afiliaciones, 28.691 en el último mes.
En otras palabras, cada vez estamos más convencidos que no
vamos a encontrar trabajo y eso hace que ni siquiera nos apetezca ir a renovar
la cartilla de desempleo. A nadie se le escapa que el deterioro social en los
últimos meses está siendo más acentuado en la calle de lo que muestran las
cifras oficiales.
El descontento, la pesadumbre, el desánimo, y también el
agotamiento de las prestaciones hacen inútil acudir a las oficinas públicas de
empleo. Muchos optan por la economía sumergida o simplemente huyen a la
economía de subsistencia. Un puñado demasiado grande de españoles está
desapareciendo de las estadísticas, y lo que es peor, del entramado social,
muchos de ellos sólo aparecen ya en las listas de las entidades de ayuda
social.
Entre tanto dato nefasto se hace necesario relativizar y
considerar que la situación mala es la general y que la nuestra, la particular,
sigue dependiendo en gran medida de nosotros mismos. Quizás pueda flojear
nuestra confianza en el sistema, pero no debemos perder nunca la confianza en
nosotros mismos.
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