Me he encontrado con personas que acaban de aprender a
utilizar las funciones de “copiar”, “pegar”, esos salvavidas a las que algunos
llevamos recurriendo hace ya mucho y que nos ha evitado horas de trabajo y
aliviado algún que otro Brown.
Las han aprendido recientemente a pesar de que ellos ya
tienen más de 60, y lo singular es que he comprobado que lo han descubierto en
su Smartphone. Son gente que han pasado al teléfono inteligente sin haber
pasado por el ordenador de sobremesa y tan siquiera por el portátil. Han saltado
de la etapa analógica del teléfono con ruedilla a la táctil sin pasar por el
concepto digital.
El manejo intuitivo de los nuevos aparatos disuelve la
barrera tecnológica, la formación desaparece y la autosuficiencia brota en las
manos. A estas personas se les ha abierto un nuevo mundo, el de la red,
bienvenidos.
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