lunes, 16 de septiembre de 2013

El recurso fácil de las citas


Mantener a tono nuestros músculos es una obligación. En especial, no descuidar la salud del corazón y el cerebro se hace imprescindible. El corazón con adecuada alimentación y hábitos sanos, el cerebro haciéndolo trabajar en los más variados ejercicios: memoria, cálculo, destreza artística, razonamientos lógicos.

El daño que herramientas en principio utilísimas como la calculadora hacen en el cerebro pueden convertir a estos instrumentos en diabólicos. Con la calculadora a mano, los estudiantes dejan de conseguir esa destreza mental imprescindible para su vida. Almacenar los números en el teléfono móvil, hace que ni tan siquiera sepamos llamar desde una cabina a nuestra pareja en caso de necesidad.

Las ideas, los pensamientos, los sentimientos también requieren de entrenamiento y práctica para sacarlos fuera. Eso que nos gustaría decir y para lo que no encontramos palabras, esa frase, ese párrafo que muestre al mundo en general o la persona concreta lo que deseamos, debemos buscarla, trabajarla, cocinarla, encontrarla en nuestro cerebro.

Es terrible el daño que está haciendo en algunas mentes la proliferación de frases hechas en las redes sociales. Esas que se cuelgan en el muro a modo de arma arrojadiza, a modo de declaración de intenciones o sentencias y que al leerlas de un amigo, las hacemos rápidamente nuestras y las catapultamos hacia nuestros “amigos sociales”, tratando de dibujar un estado de ánimo o una posición respecto a la vida. Los nicks, los perfiles dedicados a la difusión de citas, frases y extractos de texto ganan seguidores de manera rápida, se están convirtiendo en inagotables fuentes de inspiración.

Todos no debemos tener la misma destreza, las mismas capacidades ni los mismos dones, y los escribientes y redactores de cartas existieron siempre. Pero no nos mutilemos, no nos atrofiemos voluntariamente porque los que nos rodean, el mundo, no nos va a querer por lo que otros hayan dicho, sino por lo que de nosotros salga, sin necesidad de que esté envuelto en rimas y palabras literarias.

Usar y recurrir a citas es un gran recurso, es lícito e interesante en la medida en que para conocerlas es necesario documentarse, leer, estudiar. Esas citas debemos entenderlas, digerirlas, interiorizarlas, cocinarlas en nuestro interior, y sólo más tarde, cuando aparezcan en el hilo de nuestro razonamiento, incorporarlas al mismo, sólo así adquieren su verdadero sentido.

Leer una cita aislada y rebotarla sin dilación al mundo nos vuelve perezosos, nos empobrece, nos atrofia. Cómo era aquello? Era algo así como que cuando llegue la inspiración debe encontrarnos trabajando, pues eso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bello articulo.Hay que tener mucho valor y decir las cosas a la cara, es lo justo, y no esconderse detras de ciertas citas publicadas en las redes sociales y blogs.