Acabo de llegar (presente figurado) de una reunión de corte
político. Una formación que concurre a unas próximas elecciones quería conocer
nuestras ideas y propuestas.
En el transcurso de la conversación pudimos trasladarles
nuestras inquietudes y propuestas acerca, fundamentalmente de algunas posibles
vías que propicien la mejora social y económica con criterios de respeto hacia
el entorno natural y patrimonial.
Hablamos de cómo, hay que trabajar en sectores estratégicos
y de futuro como pueden ser el agroalimentario y el turístico, de cómo, la
propia Unión Europea está propiciando este camino mediante políticas como la
especialización de las regiones, las ayudas agroambientales, la apuesta por el
ecoturismo, la producción y el consumo de alimentos con criterios de
sostenibilidad y cercanía…
Acogieron las propuestas con una gran disposición, llegaron
a gustarles muchísimo según las palabras de los máximos responsables de esta
formación (es intrascendente su sesgo y color) y se han comprometido a
incorporarlas al programa electoral que están elaborando.
Escuchamos poco de vuelta, no fui capaz de identificar ni
entroncar cuáles eran los ejes centrales de su proyecto político para el
municipio/ comunidad/ país (el ámbito territorial es lo de menos), no fui capaz
de seguir el hilo ni de identificar un objetivo general o finalidad.
Si eran en cambio más contundentes y firmes en otro plano,
pues lo tenían muy claro, con los otros (sus adversarios políticos) de este
tipo de cosas no se podía hablar, con ellos estas ideas eran ni tan siquiera
planteables, con ellos (los otros), ya se sabe…
Estamos encantados de que nos convoquen y escuchen nuestras
propuestas, nuestro objetivo es que las hagan suyas porque, con independencia
del color de la formación política, pensamos que son buenas para la sociedad
donde se pongan en marcha, lo que queremos es que se lleven a la práctica, ese es nuestro objetivo.
Sin embargo, se queda cierto sabor agridulce cuando, en el
corrillo de pasillo posterior te cuentan en primicia (eso de la información
privilegia) de otra reunión que tuvieron el día anterior de la que han adoptado
otras ideas que, en mi opinión son muy dispares con las que habíamos planteado
unos minutos atrás.
No, no es la primera vez que me quedo con esa sensación,
espero no sea la última, mientras nos dejen, seguiremos debatiendo y elaborando
ideas y propuestas y hablaremos con todos.
En el coche, de vuelta, he puesto la radio, en la tertulia
hablaban de Populismo.
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