Si los que pasan por ahí fuera, supiesen lo que aquí ocurre,
muchas cosas cambiarían. Todos deberían verlo, todos deberían saberlo.
Indignado, malhumorado se expresaba así un amigo que, a pesar de sus muchos
años, asistía por primera vez a un debate parlamentario.

Los políticos están sobreprotegidos. Resulta bastante
incomprensible, pero es cierto. Su corte de asesores les cuentan de la realidad
en los informes o en las breves charlas de despacho, pasillo o coche, pero no
la trastean. Lo que ocurre fuera les llega filtrado y tamizado.
Más de la mitad, 64 de los 109 parlamentarios andaluces
se estrenan en esta legislatura. Espero que lleven energía, ideas y también el
aire de la calle. Les pido que no se olviden del color y sabor del aire que se
respira en pueblos, en ciudades, en medio del campo y también en la mar de
Andalucía, porque es para los que están fuera, para los que tienen que
gobernar, los que están fuera los han elegido y han puesto en estos nuevos
parlamentarios muchas de sus esperanzas de futuro.
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