Me consultan a menudo sobre si resulta adecuado incluir las
experiencias como voluntario en el currículum. La respuesta es siempre SI.
El hecho de que sea una actividad sin contraprestación
económica pactada no quiere decir que no forme parte de nuestra trayectoria
profesional, al contrario, deba considerarse como una parte fundamental, pues
es aquella que elegimos con mayor libertad.
No puede entenderse nunca que en el currículum aparezcan sólo
las actividades que se puedan acreditar mediante contrato laboral. Fue esta
idea, una cuestión de credibilidad impuesta hace demasiados años y que la
costumbre ha instaurado sin razón convincente.
Siempre que se explique, argumente y se estructure
adecuadamente, la actividad de voluntariado es experiencia pues hace mejorar el
conocimiento, las habilidades, las capacidades. La persona que realiza este
tipo de trabajos lo hace, además, sin una contraprestación económica, la única
que recibe es la recompensa emocional, de pertenencia, de perseguir una mejora,
un progreso común en la mayor parte de los casos. Una clara evidencia para el
seleccionador que sabe mirar y ve en el voluntariado, las motivaciones, las
inquietudes, la proactividad, la empatía de la persona.
Incluir una actividad de voluntariado en el currículum,
aporta una información psicoprofesional de la persona muy valiosa, pero también
permite conocer al individuo, sus aspiraciones, sus prioridades, sus valores y
principios.
Y al contrario, no poner las actividades de voluntariado
puede hacer mucho daño al candidato pues ausentarlas, suele suponer generar
vacíos en la trayectoria profesional, cuestión especialmente peligrosa. La
actividad de voluntariado y formativa son los puentes imprescindibles que
enlazan dos puestos laborales, los une, dan sentido a la trayectoria de la
persona.
Todos los seleccionadores solventes prefieren a candidatos
que han realizado actividades de voluntariado. Saben, por experiencia, que son
personas dinámicas, implicadas, trabajadoras, comprometidas, con iniciativa. Siempre,
insisto, que se describa y argumente adecuadamente la acción de voluntariado,
las competencias, las responsabilidades asumidas. Inflarla es engañar y al ser
descubiertos, la caída mucho mayor.
No hay que avergonzarse en el currículum de hacer
voluntariado, si dejamos esta experiencia fuera, estaremos diciendo, por
defecto, que pasamos unos meses en el sofá.
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