Pongo la radio, y como al abrir de golpe un grifo, salta, de sopetón, un tumulto, gente, mucha. Entre ella suenan, distantes pero audibles, como hilo musical, unas voces femeninas: "Viva El Rey".Me da por pensar. ¿A quien se le ocurre gritar eso? Así, en genérico. Sería mucho mejor cobraría mayor sentido un : "Viva mi rey!", así, con el entusiasmo propio de propiedad, con autenticidad, con conexión, vinculación, otorgándole personalidad, apellidos, estatura y hasta un nivel propio de vigor sexual. ¿Pero, así? ¿El rey?, me resulta algo vago, disperso, difuminado.
De repente, una voz más grave y mucho más cercana a la alcachofa del periodista interrumpe: Nos reunimos quienes compartimos principios y valores,...., reforzamos nuestras señas de identidad,...,
Entonces lo entendí todo, el periodista radiofónico ha ido a grabar un reportaje a Venezuela!
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