
Es la escena típica de la persona hablándole a su animal de compañía pretendiendo que razone de igual manera que lo haría él mientras el perrito o gatito observa con desconcierto la escena de la que es convidado de piedra.
Los ciclos y comportamientos de los animales, las plantas, los suelos, los vientos no responden a esquemas humanos, enterémonos.
Seamos honestos, a la biosfera no le interesamos. Se estima que se han extinguido unas 600.000 especies en la Tierra. El hombre puede ser una más, y la biosfera seguiría su curso, sin inmutarse.
El enorme conocimiento, experiencia y poder que tenemos, tenemos que utilizarlo para encontrar nuestro encaje en el modelo global, si no lo conseguimos, será nuestro propio fracaso, y sólo nuestro. Desapareceremos y el mundo seguirá su curso.
Igual que las civilizaciones clásicas miraban a las estrellas para tomar conciencia de su insignificancia, a lo mejor nosotros tenemos que mirar a nuestro alrededor, ahora mismo, y pensar en todas esas especies vivas que nos rodean y que seguirán estando ahí cuando nosotros ya no estemos, y es que, no nos necesitan.
Nosotros a ellas si.
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