jueves, 21 de diciembre de 2017









Persona, Animal o COSA

Antonio Aguilera Nieves

Nicolás Ruiz de la Corte











Porque antes de ti, no era nada.




Lo tremendo, lo terrible, lo incomprensible, es parte de la vida, y la imaginación es un instrumento poderoso para nuestra supervivencia. También para nuestra felicidad”, Carl Gustav Jung.




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Idem entitas

Para conocerme, para conocerte, para conocernos hay dos caminos. Los dos, a su manera, arduos, laboriosos. El uno requiere de calma, observación, reflexión y análisis, el otro coge la calle de en medio, inquiere. El uno demanda tiempo, el otro respuestas, el uno tiene que esperar a que se produzcan situaciones, decisiones, dificultades, alegrías, el otro, provoca, escarba.

Conocerme, conocerte, conocernos, ese bello objetivo perenne de la vida que, para alcanzarlo, a veces, nos basta y sobra con observar, analizar, deducir; y otras, impacientes, nos echamos fuera a por él, con ansia. Dos caminos, el uno exige capacidad de deducción y empatía, el otro, confianza y honestidad mutua.

Porque en el conocernos está la identidad. Esa que tenemos que aprender a descifrar en el individuo, en el yo, en el tú, en el nosotros, en el ellos. Esa búsqueda constante de la ídem entitas primigenia griega, la que, mucho antes que Sócrates, la religión órfica solicitaba a sus miembros que trabajasen. Pedía Delfos: ”Conócete a ti mismo (…), aprende de tus limitaciones, y sabrás que eres mortal y no un Dios inmortal”.

Desde siempre, desde entonces, los maestros nos han insistido hasta la saciedad, por ese bien nuestro que tanto nos cuesta encontrar. Conócete, busca dentro de ti porque ahí está la verdad. Buscando en el interior conoceremos la causa de los propósitos, los objetivos, la conducta.

Platón enunciaría la Idea del Bien y la Luz de la inteligencia. Séneca y los estoicistas afirmarían después “Scito te ipsum[1]. “Sabio es aquel que es patrón de sus deseos”, apostillaría en sus tratados Epicteto.

El propio emperador Marco Aurelio escribe: “El dominio de sí mismo, el no ser versátil, el coraje moral en todas las circunstancias de la vida, sobre todo durante las enfermedades, la feliz armonía de un carácter dulce y grave, el cumplimiento sin disgusto de las tareas y obligaciones”

En lo que podría calificarse otra dimensión, bastantes siglos después, en el ámbito de las religiones monoteístas, la búsqueda de lo que somos se convierte en la exploración de nuestra alma. Dice Agustín de Hipona que para saber qué es el hombre, debe volverse, con la reflexión, sobre sí mismo (Seipsum in semetipsum colligit). Por eso la identidad no está en el espejo de lo que los otros dijesen, concluía “en el interior del hombre habita la verdad y si encuentras tu naturaleza mutable trasciéndete a ti mismo”. Tomás de Aquino, audaz, haría suyas estas reflexiones, y las universalizaría para traérnoslas válidas a cualquier tiempo.

El problema de la identidad del sujeto humano se convierte en el problema de “la persona” cuando el misterio divino deja de explicarse en si mismo y resulta necesario aclarar que Cristo no es la misma persona que Dios, aunque fuese de la misma naturaleza. Casi medio siglo de debate hubo sobre el tema, entre el concilio de Nicea y el Sínodo de Alejandría.

Así estamos desde entonces, paseando nuestra verdad entre la identidad de naturaleza y la diversidad de las personas. Entre el sujeto (sub-jetum) y la persona (suppositum).

Podría decirse que nuestra identidad está constituida por la manera personal de hacer nuestra la naturaleza humana.

Reivindicar identidad es saberse único entre todos. Muchos pueden tener la misma naturaleza humana que yo, pero nadie puede sustituirme en ser mi persona. “La persona es el primer, fundante y constante propietario de la propiedad que es ella; y -apropiada por el sujeto- se distingue de toda otra”, Tomás de Aquino.

Santo Tomás, hace una aportación al mundo que requeriría toda una vida masticar. Distinguía tres niveles, una cosa es el Discernere (discernir), esto es, conocerse distinguiéndose de los otros. Otra cosa es, El Se Cogitare (considerarse), tenerse presente, y otra distinta es Se intelligere (entenderse), tener la conciencia del presente.

En su “Non enim aliqua potentia sensitiva in  seipsam reflectitu”, explica que lo que distingue a un animal de un hombre se encuentra en que este último, se conoce. El hombre tiene la capacidad de identificarse. Se equilibra a sí mismo como sujeto gracias a la reflexión (re-flectere), teniendo un conocimiento expreso de sí mismo. Por el contrario, no se da esta circunstancia en el animal, que solo siente. El último escalón se encuentra en los objetos, en las cosas que no tienen conciencia y, ni tan siquiera, sensación (no sienten y no actúan para evitar el dolor).

XXXX

Enmanuel Levinas en su libro “El tiempo y el otro”

“La identidad no es una relación inofensiva consigo mismo, sino un estar encadenado a sí mismo... La libertad está limitada inmediatamente por su responsabilidad. En esto reside su enorme paradoja: un ser libre que ya no es libre porque es responsable de sí mismo”

Atribuimos identidad a alguien o algo que está incorporado a nuestra vida. Así, hablamos de la biodiversidad y su continuo deterioro aunque ella misma no tenga conciencia de eso.

Estamos, permanentemente preocupados por la identidad en nuestra sociedad. Lo consideramos un derecho individual inalienable en su propio concepto aunque no se identifique con el sujeto.

La identidad no remite a la conciencia, son planos conectados pero, diferenciados a la vez. Para que la identidad tenga sentido se requiere la toma de conciencia del sujeto. Por ello las personas concedemos identidad a los animales y hasta las cosas si les concedemos la capacidad de esa conciencia aunque sea, simplemente porque se la prestamos.

Es la identidad la que ubica, la que incluye en el espacio tiempo a las personas, también en aquellos animales y cosas a los que se la atribuimos. Adquirir identidad supone una organización, una construcción de una escala de valores y principios que sirven para darle sentido al incluir al sujeto en un proceso relacional.

Entonces, ¿es la identidad algo que me dan los demás, algo mío, algo que entrego? ¿Es una cuestión simplemente de conciencia? ¿Y esta conciencia sólo es individual o es válida si es colectiva?  Porque, ¿si es colectiva, es uniforme y puede admitirse que sea diversa?

La identidad, en sí misma, es un reconocimiento interior, pero a la vez una puerta de relación pues no soy mientras no me llames. Ser consciente de tu propia identidad implica asumir una responsabilidad, con uno mismo, con los otros.






El test desiderativo

Inquietud, búsqueda de conocimiento, método empírico. Ciencia. Aplicar rigurosidad y sistema para acotar las inquietudes. Los científicos también se ocupan de la identidad. Tratan de desmenuzarla, escarban por sus recovecos, deshacen sus nudos. Abren llagas, se inmiscuyen, generan dilemas para saber de las fortalezas y debilidades de los sujetos y su identidad.

El cuestionario desiderativo es una técnica proyectiva que evalúa los aspectos valorativos de la personalidad, así como aspectos de la identidad.

El cuestionario, o test desiderativo es una técnica científica, extremadamente útil para saber sobre las estructuras mentales de las personas. Refleja relaciones, conflictos y su déficit.

Toma como base la idea que las fantasías y deseos constituyen en si mismas una muestra muy explícita de la personalidad del sujeto. El test, se encuentra diseñado para encontrar aquellas inquietudes, sensaciones y preferencias de las personas que permanecen en el subconsciente.

La versión que actualmente se utiliza para realizar psicodiagnósticos previos consta de seis preguntas en las que se solicita a la persona tres elecciones y tres rechazos en las categorías de persona, animal, planta y objeto.

Siempre utilizado por especialistas, siguiendo un estricto protocolo en el plano médico, se le solicita a la persona que renuncie a su identidad humana y por tanto, se provoca un ataque (no violento) a la integridad de su yo.

En sentido estricto, lo que en realidad se está haciendo es enfrentar de manera indirecta a la persona con la muerte pues la obliga a pensarse como otro o como algo no humano. En otras palabras, se le requiere el difícil ejercicio de dejar de ser y empezar a ser otra persona, un animal y una cosa.

Cada cuestionario, al igual que cada persona, es único. Esto es, puede haber varias personas que ofrezcan la misma respuesta, sin embargo, sus motivaciones, sus explicaciones, sus implicaciones serán muy diferentes. El insight y lo que se quiere decir. Cada elección abre un universo personal que rápidamente se condensa en la descripción de la elección y la historia del individuo.

El ejercicio de la simbolización permite pasar del pensamiento abstracto al concreto, del proceso secundario al primario, del inconsciente, al consciente. A la conciencia de la identidad. Y el milagro, se habrá producido.

En el test desiderativo es absolutamente relevante los tiempos de reacción. Es uno de los indicadores cruciales para conocer la fortaleza de una identidad. Un tiempo excesivamente largo de respuesta indica una debilidad de la capacidad de sobreponerse al impacto de la consigna. Un tiempo extremadamente corto refleja que la persona intenta deshacerse cuanto antes de la pregunta que le angustia.

E igualmente la descripción de la elección es extraordinariamente relevante. Una justificación de la elección superflua, débil, “porque si”, “porque es bonito”, indica un importante desarraigo hacia las proyecciones y su peyorativización, a la vez que una idealización de la elección.

La realización de miles de estos test desiderativos ha permitido a los psicoanalistas realizar modelizaciones de proyecciones de la identidad, algo, extraordinariamente presuntuoso si no fuese porque en su defensa resulta necesario recordar el método científico y somos, muchas, las personas que acabamos siendo muy previsibles y operamos con los mismos esquemas de pensamiento.
Así, han elaborado una relación de proyecciones y se aventuran a explicar su significado, aquí van:




PROYECCIÓN
LO QUE SIGNIFICA
Gallina
Come desperdicio, necesidad de libertad
Águila
Necesidad de libertad, fortaleza, dominio
Halcón
Cauteloso, desconfiado, anda solo
Paloma
Necesidad de libertad, pero acompañada
Colibrí
Necesidad de cambio, búsqueda de experiencias y reacciones nuevas
Loro
Es bullero, escandaloso, anda en grupo
Jilguero
Los que cantan, alegría
León
Fuerza, irritabilidad, dominio
Pantera
Sigiloso
Lobo
Astucia, anda en grupo
Delfin
Fraternidad, bondad, compañerismo
Tiburón
Proyecta agresividad, destructor
Piraña
Destrucción agresión, traición
Caballo
Indiferencia, presencia
Perro
Debilidad, fidelidad, nobleza, dependencia
Gato
Agilidad, independencia, agresividad
Planta Ornamental
Necesidad de aprobación
Flor
Necesidad de reconocimiento estético
Ortiga
Desconfianza, agresión, defensa
Arbol grande
Necesidad de fortaleza
Lechuga
Frescura, irresponsabilidad
Coche
Independencia, velocidad
Avión
Independencia, hiperactividad
Adorno
Necesidad de aprobación, estética
Televisión
Necesidad de aprobación y reconocimiento
Cuchillo
Temor al peligro y a la muerte
Hacha
Revela daño
Lapicero
No quiere ser porque tiene poca vida







El Plano Legal


El ordenamiento jurídico tradicional ha otorgado una posición diferenciada a las personas respecto a todo lo demás.

El pensamiento del siglo XIX, momento en que se realizó un importantísimo despliegue de normas destinadas a regir la convivencia y el destino de las personas y el mundo, consideraba que el estatus de las personas tenía patrones diferentes a las normas que tenía que afectar al resto de lo físico. Lo inmaterial era sólo incipiente, aquello de la propiedad intelectual estaba todavía en el vocabulario revolucionario. Dijo Konrad Lorenz, “el hombre no es el único dotado de vida interior subjetiva, pero es demasiado arrogante para admitirlo. Tal vez tenga miedo, porque al reconocer la vida interior de los animales tendría que horrorizarse por la forma en la que los trata”.

El código civil, en el artículo 333 se establece que todas las cosas que son o pueden ser objeto de apropiación se consideran como bienes muebles o inmuebles. Los animales se califican, en concreto, como bienes muebles semovientes, es decir, los animales son cosas para el Código Civil, una norma base y madre del ordenamiento jurídico.

Esta consideración tiene claras implicaciones legales. Los animales son cosas y, como tales, pueden ser objeto de apropiación, lo que da el derecho al propietario de gozar y disponer de los mismos sin más limitaciones que las establecidas en las leyes.

Es necesario añadir una cuestión adicional clave. Si, según la ley, los animales son cosas, no son susceptibles de ser titulares de derechos.

No, no tienen derechos. Es la esencia que se encuentra en su encasillamiento en el ordenamiento. No tienen derechos porque, con independencia de su movilidad física (bienes muebles semimovientes), el legislador no les ha concedido la capacidad de sentir. El legislador del siglo XIX, movido por el desconocimiento o el pensamiento dominante, extrajo a los animales la capacidad de sentir.

En la práctica, eso sí, supuso un importante alivio para la autoridad, los tribunales y las conciencias.

Este anacronismo ha tomado camino de solución. El Congreso de los Diputados, en sesión del 12 de Diciembre de 2017 ha decidido apoyar por unanimidad, considerar a los animales como seres vivos en vez de cosas.

Se han iniciado los trámites parlamentarios necesarios para reformar el Código Civil y dos leyes adicionales que afectan a la situación, la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil.

Los animales pasarán a ser sujetos de derecho.

Tampoco es algo revolucionario. El artículo 13 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea reconoce a los animales como seres sintientes, es decir, seres dotados de sensibilidad. España no hace sino seguir la estela de Alemania, Austria, Suiza, Francia y Portugal que ya lo han hecho.

Reconocer la labor del Observatorio Justicia y Defensa Animal que viene concienciando sobre este asunto desde hace años y que con la campaña #AnimalesNOsonCosas que ha sido respaldada por casi 350.000 personas.

De nuevo, la observación, el hambre de conocimiento y comprensión, la ciencia, vuelve a jugar un papel fundamental en este proceso de evolución colectiva.

Un estudio realizado en la Universidad de Macquarie (Australia) ha concluido que los insectos tienen la capacidad de percibir experiencias subjetivas, el aspecto más básico de la conciencia y una característica que hasta ahora no se les atribuía.

El filósofo, Colin Klein, y el científico cognitivo, Andrew Barron afirman tener poderosas razones para considerar la consciencia de los insectos, “no en una forma tan multifacética como la nuestra, pero una abeja sabe que es una abeja”.

En los vertebrados, la experiencia subjetiva se apoya en estructuras integradas del mesencéfalo, una parte profunda del cerebro cuya función es recoger la información que procede de fuera del cuerpo y coordinarla con su interior. Es la sensación de estar dentro del propio cuerpo y de poderse mover, agarrar objetos o evitarlos.

Los científicos tienen pruebas que indican que los animales tienen sustratos neuroanatómicos, neuroquímicos y neurofisiológicos de estados de conciencia, junto con la capacidad de exhibir comportamientos intencionales, probar estados afectivos y soñar como los humanos.

Tener un sistema nervioso central es condición necesaria pero no suficiente pero lo cierto es que para que un ser vivo sufra o se alegre es suficiente un sistema muy básico.

El hecho de que las hormigas descubran nuevas vías para llegar a la comida, que las cucarachas busquen refugio cuando intentamos aplastarlas o que las abejas se comuniquen a través de una danza muy compleja, sería la prueba de que los insectos no son pequeños robots que responden automáticamente a los estímulos ambientales.

Si hay algo que el ser humano ha tratado siempre de guardar para sí mismo, es la conciencia. La ha llamado alma o espíritu vital, pero, en sustancia, siempre actúa como la necesidad de superioridad sobre todo lo demás.

En 2012, la Declaración de Cambridge sobre la Conciencia, promovida por el físico Stephen Hawking, afirmó que “los seres vivos son conscientes y ‘sintientes’ al mismo nivel que los seres humanos”.






Contemplar

Dice Jorge Riechmann: “En treinta años, en España, hemos pasado de los ejercicios espirituales en el colegio de curas al coaching empresarial (es decir, a los ejercicios espirituales del Gran Espíritu Capitalista). A muchos eso les parece un progreso indudable. La religión se sustituye por tecnología, y la política por marketing. El resultado es el degradado y degradante desastre que constituye nuestro presente.

Bulimia de mercancías, de sentidos, de experiencias, de músicas, de libros, de informaciones, de reuniones, de contactos, de emisiones televisivas, de instalaciones artísticas, de sensaciones, de emociones, de catástrofes; y otra vez de mercancías, como la envolvente del conjunto, a prueba de fugas. Una sociedad tan enferma de bulimia que no logra siquiera imaginar a qué podría parecerse la salud. Y así, estragados por el extravío y la saturación de estímulos, perdemos de vista los placeres básicos: contemplar. Caminar. Paladear. Hacer el amor. Aprender. Hay tantas otras voces que intentar escuchar, que probar a entender”.

Porque a veces lo más difícil es encontrarnos en el interior. Porque no somos nada si no tenemos espejos. Porque el soy no encuentra significado en el vacío. Porque, al igual que el aire fresco, las miradas nos proporcionan puntos gravitacionales.

El placer de contemplar como canal de enriquecimiento, de construcción, de vida. Porque mirar es buscar la belleza, “que es lo único que merece la pena en este asqueroso mundo”, Ramón Trecet.

Recuperar el paso en este atropello diario. Esta avalancha de información y acontecimientos que nos emborracha, que rompe nuestra brújula vital.

Un ejercicio necesario. Parar. Mirar. Oír. Tocar. Sentir. Mirarnos, tocarnos. Identificarnos. Yuxtaponernos entre lo de dentro y lo de fuera. Reconocernos en textos, en comentarios, en lugares, en el tiempo. Saber. Lo que somos y lo que no. Si somos.









El ejercicio

Los niños de todas las generaciones siempre han tenido este juego que es ajeno a la cultura y la tecnología. Quizás el juego de rol más antiguo que exista, anterior a que se inventase esa explotada palabra

¿Qué persona te gustaría ser? Qué  animal? Y, ¿Qué cosa?

Un juego como maravillosa invitación a la reflexión.

La primera pregunta es fácil de responder. Todos tenemos ídolos, mitos, personas de referencia. Por su inteligencia, por su hacer, por sus éxitos, por su belleza. La pregunta de por quién nos gustaría cambiarnos en la vida tiene rápidas y numerosas respuestas.

La segunda también es diligente. Nos resulta espontáneo identificarnos con algún animal. No en sentido individual, ahora más bien con especie. Nos identificamos con animales, por su vigor, su rapidez, su fiereza, su singularidad, su gracilidad, su belleza, su simbolismo.

La tercera respuesta suele atascarse. Porque las cosas, es ese cajón desastre que no entra dentro de los dos grandes e importantes primeros grupos y por tanto adquieren ciertos rasgos de intrascendencia. Las cosas, además de su impersonalidad, suelen ser frías, lejanas, inertes y, claro, eso les resta enorme atractivo. No, ciertamente no es muy estimulante querer ser alguna cosa.

La dificultad del ejercicio puede llegar a entenderse por nuestro egocentrismo porque, en sentido estricto, no deberíamos ver tantas diferencias entre animales, plantas y cosas. Todo lo que nos rodea es susceptible de despertar nuestro interés, todas se mueven o cambian, unas más rápido, otras lento, pero el movimiento siempre está ahí, demasiado invisible a veces para nuestros sentidos.

Con el ánimo de estimular el ejercicio mental, quise poner en el direte a mi círculo de confianza. Le pregunté a las personas de mi alrededor qué cosa querían ser y les envié el siguiente mensaje:





PERSONA, ANIMAL O COSA

Desde pequeños nos enseñaron a diferenciar. Nosotros somos personas. Algún ejercicio o juego nos pedía que nos imaginásemos como un animal. Lo más difícil, lo menos habitual, lo que más nos cuesta es, identificarnos con una cosa. Estoy haciendo un trabajo y es justo eso lo que quería pedirte.

Que te imagines qué Cosa es la que, en un momento imaginario, más desearías, más te gustaría ser. Esa Cosa con la que más te identifiques. Para formar parte del proyecto, dímelo, envíamelo en un mensaje privado. Tendrá que ser antes del 19 de mayo para que pueda incluir, de forma anónima tu propuesta. Desde luego, se garantiza confidencialidad.

Haré una cosa bonita (valga la redundancia) y te la iré haciendo saber. Para empezar, cuento la mía, mi cosa. De poder ser una Cosa lo que más me gustaría ser es: RAMA DE MUCHOS NIDOS.


Las respuestas recibidas en su inmensa mayoría, vienen por tanto vienen todas del primer eslabón de la cadena. Aunque la cadena de mensaje que espontáneamente se generó, provocó que llegasen respuesta desde personas y lugares, a priori insospechados.

 Ciertamente eso da lugar, en sentido de rigor científico, a un sesgo, cuestión que no resta un ápice de interés a lo que podría llamarse un pequeño pseudoexperimento sociológico cuyos frutos, aquí se presentan.

La bondad y la variedad de las respuestas bien merece ser compartida, porque en este convivir es donde adquieren todas sus virtudes; las cosas.

Hay una conexión, un vínculo, un sentido, un significado, un por qué, un para qué. Está en ello el enriquecimiento mutuo. Por qué queremos ser esa Cosa, para qué, cómo le otorgamos una utilidad, un objetivo, un sentimiento, un sentido, una identidad única, propia, diferenciada.

Las personalizamos es cierto, le otorgamos su sitio, su importancia, su lugar en el mundo.

Las cosas elegidas son en ocasiones divertidas, también inquietantes. Rebuscadas, lógicas, sensatas, constructivas, imaginativas,..., cada uno llegó a ser lo que más le gustaría, así que para gustos, criterios y objetivos, los colores.

Algo muy amplio puede ser en ocasiones lo más valioso, lo más codiciado. Otras veces necesitamos precisar, detallar, explicar. Algunos, al elegir nos quedamos en lo genérico y otros, necesitamos estrechar la definición, concretar para establecer el vínculo.

En ocasiones, la Cosa es ese ser mitológico que nos acompaña desde la infancia, siempre en el horizonte, siempre deseado. Otras, en cambio, responden a la inmediatez, a la cercanía, o la necesidad más próxima. Cada uno disponemos de una longitud y amplitud de miras propia.

Cosas animadas e inanimadas, la condición de movilidad suscita sus controversias pues solemos asociar los términos de movimiento y vida. Podría considerarse que tener capacidad de movimiento es tener vida y capacidad de interaccionar, cambiar o incidir en el resto del mundo. Finalmente se han incluido las cosas animadas porque, como decíamos antes, todo cambia, lo que ocurre es que, simplemente los ritmos y los tiempos de muchas partes del mundo no se corresponden con los de los humanos.

Un capítulo entero merecería el uso de los artículos que puede llegar a ser muy significativo. No es lo mismo un artículo que otro. El sustantivo adquiere notoriedad o singularidad según nos refiramos como el/la o un/una. Más aún, si eliminamos directamente el artículo y nos encontramos de golpe con la cosa. Podrá verse en las descripciones.

Se rechaza aquí de plano ser pretencioso. No pueden extraerse conclusiones, conjeturas ni tan siquiera hipótesis. No podemos caer en el error del pobre psicoanálisis de barra de bar, ni en el chascarrillo, ni en la sonrisa fácil ante una buena ocurrencia. Baste con recorrer los deseos y disfrutarlos.

Con enorme generosidad y de forma totalmente desinteresada, numerosas personas han querido dejar plasmado cuestiones que para ellos son importantes y merecen el máximo de nuestros respetos pues han realizado un fantástico y enorme ejercicio por el cual los felicito y que nos permite encontrar un mapa de Cosas que bien merecen ser paladeadas y reflexionadas muy despacio.






COSAS:

AGUA (8)
Viajera, transformable, necesaria
            Ofrecerla donde no haya y retenerla cuando se pasa de lista.
Por su capacidad de poder cambiar de estado, poder estar bajo la tierra en la superficie o en forma de nube y sobre todo por su capacidad de dar vida.
            Fuente de vida. Fuente de Salud
Nada es más débil que el agua pero cuando ataca algo duro nada se le resiste. “Water is so fine that it is impossible to grasp a handful of it; strike it, yet it does not suffer hurt; stab it, and it is not wounded; sever it, yet it is not divided. It has no shape of its own but molds itself to the receptacle that contains it. When heated to the state of steam it is invisible but has enough power to split the earth itself. When frozen it crystallizes into a nighty rock. First it is turbulent like Niagara Falls, and them calm like a still pond, fearful like a torrent, and refreshing like a spring on a hot summer´s day” Tao philosophy.
Que quita la sed al sediento, que nutre la tierra para que germine la planta que me ofrece su flor, agua que apaga el fuego que quema los montes, agua que refresca mi cuerpo cuando el sol me abrasa, agua que da vida a los ríos y forman el mar.


GOTA DE AGUA (3)
            Para dar vida

RUIDO DE AGUA LIMPIA

AGUA CORRIENTE

AGUA DEL OCÉANO

AGUA EN UN OASIS

UN RIO

SUELO DE LA CALLE

CRUZ CONDE DE CÓRDOBA

COPA DE BALÓN QUE CONTENGA UN BUEN LEÑAZO QUE TE ESTÉS TOMANDO

SUSTRATO

COCHE DEPORTIVO

PITO DE CARNAVAL DE MUCHAS COMPARSAS

LIBRO (4)
Para contar bonitas historias, para hacer volar la imaginación, para detenerse en el tiempo y trasladarme a lugares maravillosos y tiempos pasados.
            A poder ser de psicología, para saber más del comportamiento humano.

LIBRO DE FANTASIA

UN LIBRO VIEJO CON TAPAS DURAS

UN LIBRO VIEJO

UN LIBRO EN BLANCO

UN LIBRO SIN TAPAS
En mi biblioteca tengo varios que me niego a retirar. Un libro sin tapas obligar a hacer un esfuerzo adicional para ver de qué trata. Uno de ellos es Los versos del capitán, de Pablo Neruda.

UNA ESTANTERÍA CON MUCHOS LIBROS

DEHESA DE MUCHO GANADO

UN OLIVO (3)

OLIVO CENTENARIO DE LA SIERRA

UNA MONTAÑA

UNA NUBE (8)
            Aunque efímeras, son libres y viajeras
            A veces cargada de agua y otras veces ligera y viajera
            Poder cambiar de estado (gas, líquido, sólido) Ver el mundo desde otra perspectiva.

UN ABRAZO

SEMILLA DE BUENOS FRUTOS

EL VIENTO (2)

VIENTO EN LA MONTAÑA

OLA OCEÁNICA

CÁMARA DE FOTOS (2)

CÁMARA DE FOTOS ANALÓGICA QUE HA PASADO POR VARIOS DUEÑOS

JACARANDÁ

VIEJA PARRA DE LAS QUE HABÍA EN EL PATIO DE LAS CASAS

UN TROZO DE CORCHO RECIÉN SACADO DEL ALCORNOQUE

TIERRA DE LA DEHESA DE MI TIERRA

UN BARCO (2)
            Navegar, poder contribuir a hacer sueños realidad, llevar a gente a su destino.
            Para surcar los mares

GOTA DE LLUVIA

LLUVIA
            Que una gota no empapa

CACEROLA
            Para hacer verduras al vapor

ROCA EN LA MONTAÑA

UNA PARED DE ROCA ALTA
En la que anidan los buitres, halcones, águilas, treparriscos, pájaros, pájaros y más pájaros.

UN CANTARO LLENO DE AGUA EN EL DESIERTO
            Ya sea en el Sáhara o en Tabernas

UN ESPEJO (2)
Para poder ser un refuerzo positivo para los demás, que no se apartaran de mi hasta que estuvieran bien.
TIJERAS
            Ese utensilio que todo lo corta y se queda tan tranquilo.

EL PRIMER BESO DE UN@ ADOLESCENTE ANSIOS@ POR EXPERIMENTAR

LA MAÑANA DE REYES DE UN@ NIÑ@ DE SIETE AÑOS

EL BOLÍGRAFO QUE MORDISQUEABA MI PROFESOR@ DE FRANCES MIENTRAS LEÍA DURANTE LOS EXÁMENES.

LA GOTA QUE RECORRE LA FLOR DE AZAHAR EN UNA MAÑANA DE PRIMAVERA

EL MOTIVO DEL ESTALLIDO DE LA RISA DE MI HIJ@ CADA VEZ QUE LE HAGO COSQUILLAS AL DESVERTIRL@ EN UNA BAÑERA.

UNA PIEDRA LLENA DE MUSGO EN UN ARROYO DE AGUAS CLARAS.
            Todo el día sintiendo la suave corriente y viendo cazar los martines pescadores.

UN CAMPO DE MONTIEL SIN MINERIA DE TIERRAS RARAS.

UNA CARACOLA (2)
            Siempre recuerda de donde viene y así lo deja sentir a quien se acerca.

UNA MOCHILA DE VIAJES

UNA ALMOHADA
Porque me transmite descanso cuando estás cansado, compañía en los momentos de soledad, puedes abrazarla si necesitas consuelo, puede ser tu confidente y consejero, comparte tus sueños. Con ella puedes llegar a crear un vínculo de seguridad, una relación íntima que la hace única e incomparable a las demás.

FARO (2)
            Siempre cerca del mar y guiando a los barcos en las tormentas

CORAZÓN DE MARIBEL

ALAMO VIEJO JUNTO A MANANTIAL EN LLANOS DE CÁCERES CON VISTAS A UN BARRANCO

SEMILLA DE DIENTE DE LEON
Y que me lleve el viento hasta el mar y navego por el mundo entero y florezco en otro lugar.

UN PARAGUAS

PIEDRA EN LA CUEVA

ABRIGO EN LA SIERRA
Un lugar en silencio que escuche el viento aullar, la luna pasar por mi puerta allá a lo lejos y el amanecer cada día, por siempre.

UNA GUITARRA

UNA GUITARRA FLAMENCA

UNA GUITARRA ESPAÑOLA

UNOS PRISMÁTICOS

EL ARCOIRIS

EL SOL (2)
            Para tener siempre un mañana

UN AVIÓN

ESTRELLA (2)
Existe durante la calma, en momentos serenos, da luz en la oscuridad y está lejos del ser humano.

UN BOLÍGRAFO (3)
            Que es más fuerte que la espada

UNA PLUMA
            Suave y blanca, eterna, de pájaro libre.

PIEDRA RODANTE EN UNA RIBERA

EL FORRO DE LA CHAQUETA

UN CALIZ

UNAS GAFAS DE SOL

PORTERÍA DEL GOL SUR DEL SÁNCHEZ PIJUAN
Para ver disfrutar viendo a los Biris cantar a mi Sevilla FC ganarle al Betis, Barca o Real Madrid

MARIQUILLA DE LA MACARENA
            Para ver como se emociona Sevilla y estar muy cerquita de la gloria.

PLATO
            Para que todas las personas de la Tierra pudieran comer

UN BANCO DEL PARQUE

MÁQUINA DEL TIEMPO
Cómo el Delorean del regreso al futuro para que la gente pudiese ver momentos grandiosos del pasado!! Sólo sería para moverse al pasado, nunca al futuro.

ENDICHE DE LA ALMADRABA
Son unas redes triangulares que están en la boca de las almadrabas y es por donde entran en el cuadro. Hay dos endiches, el grande y el chico permite que entren atunes rojos y muy difícil que salgan.
Me permitiría ver cómo entran las ordas, bolos y bancos de grasos atunes rojos, thunnus thynnus en el mes de mayo los atunes de derecho dirigiéndose a sus sitios de puesta favoritos en el mediterráneo.

SILLA CONFORT

ROCA EN UN ACANTILADO
Porque me gusta sentir el viento en la cara. Porque mira siempre al mar, en calma y embravecido. Porque afronte de cara lo que viene. Porque es fuerte.

UN BLOC EN BLANCO
Me encanta ser receptor de los albores de la creación, donde nada está decidido con antelación.

PALO DE LLUVIA

LA LUNA
            La que de adolescente buscaba para observarla relajarme en su luz y su silencio.

UNAS ZAPATILLAS DE BALLET

UN MICRÓFONO
            Anda y no estaría chulo ser un micrófono!

UN BLOQUE DE ARCILLA
            Para ser modelado en más cosas

UN BLOQUE DE GRANITO
            Para ser tallado

UNA IMPRESORA 3D

EDIFICIO DE UN INSTITUTO
Me encanta llegar por la mañana y que esté vacío. Reviso los paneles llenos de actividades, las escaleras vacías con flechas marcadas para circular, la vida que se encierra dentro y la soledad necesaria por la tarde cuando cuatro mujeres se encargan de que vuelva a estar limpio y arreglado para iniciar una nueva jornada llena de risas, de gestión de nuevo de las aulas, de lecciones y unidades didácticas.

ROSA

OLMO

LA LLAVE DE UNA CASA

LA GIRALDA

UNA PIRÁMIDE EGIPCIA

UN LIENZO EN BLANCO
            Para crear en él justo lo que está faltando.

LA WIKIPEDIA
            Para saberlo todo, o casi todo.

PÁGINA EN BLANCO
Donde “todo pueda ser”, donde no existan juicios, en la que se pueda anotarlo del pasado – si uno es lo que quiere – o comenzar algo nuevo (incluso ambas cosas a la vez). Una página en blanco que me enfrente a los bloqueos, al no saber, pero que pueda convertirse en algo fértil. Una página en blanco disponible a lo que en cada momento “ se es” me da tranquilidad, hay tolerancia, pero no como para permitir que la rompan o la ensucien con grasas y otras porquerías.

ARROYO DE AGUAS CRISTALINAS SOMBREADO POR ALTOS ÁRBOLES.
Más que una cosa, es una imagen, porque a eso añadiría que los rayos de sol se entrevistan por las ramas y que el arroyo no tuviera mucha profundidad, de modo que pudieras ver los guijarros del fondo.

UN COMETA

UNA AVIONETA
            Libertad y viajar. Sentirme libre en la infinidad del cielo.

UNA MALETA
            Para poder viajar por todo el mundo.

UN ANTIGUO CAMINO

UN CORDEL
No es sólo un espacio físico, testigo del pisoteo de pezuñas, mares de lana, polvaredas estivales y barreros invernales,.., compendio de voces y órdenes a canes fieles, sonidos de alambres afinados que compiten con los sonidos de la naturaleza, integrándose con ella como un ser vivo más. El cordel, para el que lo recorre, es el inicio de una marcha que tienes en tu cabeza, que te impacienta deseando comenzar a andar, que te quita el sueño la noche de antes, y que cuando llegas al destino, sólo piensas en vivirlo ya de vuelta.

LA RAMA MÁS ALTA DEL ARBOL MÁS ALTO DEL MUNDO

CANTO RODADO
            Para conocer el rumor del agua

UNA FOTOGRAFÍA

UNA COLMENA

UN PUENTE

UNA DUNA

UN COPO DE NIEVE

UNA RAIZ GRANDE Y PROFUNDA
            De las que sostienen árboles de grandes copas

UNA OLA DE UN MAR TURQUESA QUE ROMPE TRANQUILA EN UNA ORILLA DE UNA PLAYA DE ARENA BLANCA A LA QUE TRAE CONCHITAS Y OREJITAS.

LA BUFANDA DEL BETIS DE MI SOBRINO

UN DOMINGO DE ESOS TAN ESCASOS ULTIMAMENTE COMO GLORIOSOS SIEMPRE EN LA RETINA.

PLAYA

EL UNIVERSO

LA ENERGÍA DEL AMOR EN EL CORAZÓN DE TODAS LAS PERSONAS
            Para sentir que no estamos solos, que todos somos uno y que nos necesitamos.

RELOJ
            Para detener el tiempo.

UN LÁPIZ DE UN PLUMIER DE UN NIÑO.
            Para dar color a la sencillez o descubrir la maravilla de un trazo, una letra, un dibujo.

UN ESPIGÓN NATURAL
            Que protege y resiste como un campeón.

EL BANCO DE LOIBA GALICIA

UN ÁRBOL
            Porque significa vida (cobijo, fruto,…)









Autores de este trabajo: (Por orden alfabético)
Mayte Afonso, Antonio Aguilera Gómez, Inmaculada Aguilera Nieves, María Luisa Aguilera Nieves, Teresa Aguilera Nieves, Andrés Aguilera Sixto, Evelyne Alcázar, Gustavo Alés, Dolores Algarrada, José Antonio Algarrada, Fatema Ali, Mussa Ali, Sonia Álvarez, Antonio Arias, Laura Armesto, Julio Barroso, Álvaro Beltrán Pérez, Ike Botello, Abel Calero, Isabel Canela Rodríguez, Virginia Canela Rodríguez, Fermina Cañaveras, Aída Caño, José Cárdenas, Susana Casas Biedma, Juan Luis Casín Gutierrez, Nuria Castaño, José Cazorla, Sita Chispa, Marta Cornello, María Bella Concepción, Lourdes Couñago Mora, Juan Cuerva Salas, Isabel De Haro Aramberri, Samuel Del Río, Valerio del Rosario, Manuel Díaz Cárdenas, Javier, Gemma, Eva Raquel, Juana Teresa Falcón, Inma (Mama Claudia), Lidia Fernández, Luis Fernández García, Felipe Ferreiro García, José Gallego Frías, Alejandro García, Ángel García Núñez, Iván Gaviño Escobar, Pablo Gil, Juan Manuel Gil de Escobar, Pilar González, Ana González Salgado, María del Pilar González, Luis Gonzalo, Elena Gormán, Manuel De Gormán, Diego Granado Cumbres, José Guzmán, Manuel Hernández, Juan Carlos Hervás, Rocío Iglesias Pérez, Antonia Infante, Margarita Jiménez, Josefa Laguna, María Lara, Raúl Limón, Francisco Lobo Escobar, José Antonio López, Caridad López-Cepero, Rafael López Ortega, Gregorio López Sanz, Magdalena Lora, Arancha Luque Budia, Asunción Luque Budia, Manuel Luque Budia, María José Luque Budia, Oscar Llama Palacios, Miguel Angel Llano Irustra, Marina Machuca, Lucía Márquez, Irina Martín Walo, Ezequiel Martínez Jiménez, Montserrat Mascareña, Francisco Masero, José Manuel Méndez, Manuel Millán, Felipe Molina Pérez, Miguel Ángel Molinero Espadas, Francisca Morales, María del Carmen Morallón, Pastora Muñoz Barrera, Francisca Muñoz Oliver, Mercedes Murillo, Nina Nieves González, Pilar Pérez, Victoriano Ochoa, Alfonso Ortega Nieves, Pablo Ortega, Patricia, Damiano Pregnolato, Filla Petit, Juan José Ramos Melo, Jesús Rodríguez, Antonio Rodríguez Ocaña, Pedro Rodríguez Tascón, Elisa Rodríguez, Elisa Rubio, Rafael Salgado, Maria del Sol Sánchez Carrión, Santiaga Sánchez Doncel, Antonio Sánchez Morillo, Juan Manuel Santander Manso, Antonino Sanz Matencio, Sonia, Angel Carmelo Simón, María Terencio, Augusto Thassio, Mercedes Tristán, Astrid Vargas, Auxiliadora Vecina, Francisco Vega, Gema Vélez, Rafael Vélez, Raul Vera, Virginia, Rosa, Demófilo Vitorique, Pablo Vivar, Begoña Yañez, Gorka Zabala, María Zambrano, Mateo Zamorano Silva.

Gracias a todos, de corazón, por haber conseguido que me convierta en Rama de muchos nidos.




[1] Sábete a ti mismo

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