miércoles, 11 de marzo de 2020

Análisis Decatológico del CoronaVirus, Día 1


La abstinencia sexual se convierte en sinónimo de salud gracias al coronavirus.


Porque una de las primeras y más íntimas consecuencias de la convivencia con este pequeño bicho que le está dando la vuelta al mundo como un calcetín es que el coronavirus está coartando las relaciones sexuales, amorosas, afectivas.

La experiencia China ha demostrado que la reclusión de las parejas se ha traducido en un aumento de los divorcios, pero ese es otro cantar. La cuestión es que la abstinencia ha sido siempre reclamada como la medida más práctica como gran dique de contención a las enfermedades de transmisión sexual.

Así pues, todos aquellos que hayan practicado, voluntaria, o involuntariamente el celibato en las últimas semanas tienen un plus añadido para ser excluidos de los grupos de riesgo. Algo es algo.

Más adelante podremos valorar si con toda esta movida de estas semanas perderemos natalidad, cosa que no nos conviene, pero esas serán las cuentas de los nasciturum de los próximos diciembre y enero.

A los precavidos les toca aguantarse las ganas, guardarlas, cruzando los dedos y las piernas para que esto pase pronto. Esperemos que así sea y tengamos un verano disfrutón disfrutón.

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