jueves, 17 de febrero de 2011

El origen es el destino

En ningún sitio, siquiera en el envés de las grandes hojas de castaño que hoy se aplastan y tiñen en el suelo está escrito. El futuro no ha sido establecido, lo decidimos nosotros con cada paso que damos con cada decisión que tomamos. Quizá, solo quizá, tenga razón Borges y sea verdad que cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo instante, el instante en que un hombre sabe para siempre quien es.

Ese instante puede producirse tras haber viajado mucho, lejos, explorado mil caminos y veredas, salido de mil laberintos. Ese instante puede alcanzarse cuando ya hacia tiempo que uno había asumido estar perdido. Entonces, levantaremos la vista y descubriremos que estamos en el punto de partida. Melville llevo a Ismael por todos los océanos para mostrarle las sinuosas razones que motivan al ser humano a seguir adelante. Después de acumular grabadas experiencias, Ismael estaba preparado para entenderlo: “la vida es una travesía rumbo a casa”.

Si es cierto, si realmente es así, “no cejaremos de explorar hasta llegar a donde arrancamos y conocer el lugar por primera vez”, porque cuando eso ocurra, cuando lo alcancemos, cuando lo consigamos, habremos llegado a la cima, estaremos en el origen como espacio de llegada.

El razonamiento no deja de ser una ficción, una argucia de escape mental. La memoria no circula en doble sentido, no tiene camino de retorno. El viaje al origen solo tiene sentido en la imaginación en la que encontramos pretextos como el amor, la amistad, la bondad, la entrega, la esperanza para mantener el ánimo ante el embate de la vida que como olas furiosas rompen contra nuestro acantilado.

Nuestra energía es limitada en el espacio y el tiempo, en el mejor de los casos nos convertiremos en polvo de estrellas. Aunque los sentimientos, las sensaciones, los deseos, los anhelos, las utopías sean circulares y recurrentes, la vida es lineal y de un sentido. Una vez ajustado el retrovisor, mirémosla de frente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo...un momento esencial en la vida es aquel en el q un "sí" o un "no" puede cambiar toda nuestra existencia.