martes, 27 de marzo de 2012

Las costas del Ministro


Seguir las evoluciones de nuestro ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, constituye todo un test de control para aquellos que pensamos que es necesario respetar y cuidar nuestro entorno. Ya el primer día de esta legislatura dijo expresamente, que él no sabía mucho de eso del medio ambiente. Se posicionó de forma clara como ministro de agricultura. Todos los que estuvimos atentos a aquel primer mensaje, lo entendimos: No han sido capaces de suprimir el nombre, pero el gobierno no cree en esto de los pajaritos y las plantas.
La de ayer, la noticia publicada ayer, nos ha llegado cuando la decisión estaba tomada. Pocos sabían que el ministro, en su primera reunión con el comisario de medio ambiente Janez Potocnik, pidió ampliar la zona de caza del lobo al sur del Duero. Menos mal que aún parece quedar gente sensata en algunos despachos que han decidido que los problemas que puede ocasionar el lobo a los ganaderos puede haber otra mejor manera de solucionarlo que a tiros limpios.
En otro capítulo, en el de los transgénicos, hace unos días me recordaban que fue allá por su primer mandato, cuando fue el que estampó la firma autorizando las primeras pruebas de cultivos transgénicos en España. Un poco después fue investigado por la Fiscalía de Medio Ambiente por delitos ecológicos y corrupción con empresas del ramo. Hoy sigue diciendo que los alimentos modificados genéticamente son fundamentales para poder garantizar la rentabilidad y la seguridad alimentaria.
Cuando entre 1996 y 2004 gobernó el PP, no se modificó la Ley de Costas. Ahora, Arias Cañete, en sus primeros días como ministro, anunció la necesidad de ajustar la ley para permitir el desarrollo económico del litoral. Con su reforma, dicen, van a eliminar las arbitrariedades que parecen probadas en la aplicación de la norma.
Es menester recordar que la Ley de Costas nació para poner freno al urbanismo salvaje y agresivo en la costa. Actuaciones que desde hace demasiado, han dejado sin valor natural y paisajístico demasiados kilómetros de nuestro litoral.
La Ley ha conseguido deslindar el 95% de la costa, la administración ha ganado la mayoría de los pleitos con los propietarios, incluso el tribunal Constitucional ha avalado la ley.
¿Por qué el PP ataca ahora la norma si no lo hizo antes? Quedan apenas seis años para que caduquen muchas concesiones y se tenga que llevar a cabo el desalojo de centenares de fincas. Derogar o modificar la ley se convertiría en un gran regalo para los propietarios. De otro lado se abriría la posibilidad de dinamizar el sector de la construcción en algunos puntos del litoral. Ambas son medidas bastante populistas.
Sin embargo, dar marcha atrás en la actual Ley de Costas, dilapida nuestro principal tesoro, hipoteca el sector turístico a largo plazo y destroza a los propietarios que ya la cumplieron.
Al atacar la Ley de Costas, el gobierno demuestra una visión electoralista y cortoplacista. Manifiesta una clara falta de respeto hacia el territorio y las personas que viven en él, satisface el interés de unos pocos y desprecia el de otros muchos, entre ellos, dicho sea de paso, los intereses de todas las generaciones futuras. Antes de cargársela, que puede ser la salida más fácil, debería esforzarse por aplicarla de manera adecuada y justa.
Llevamos apenas tres meses con Arias Cañete como titular de Medio Ambiente, me temo que aún le quedan unos cuantos más. Qué largos se me van a hacer!

4 comentarios:

AEPLC dijo...

Le ruego que vea este vídeo y luego me diga si la ley de costas no debe de ser modificada.
http://vimeo.com/36731983
Dígame también cómo se puede aplicar bien una ley que vulnera sistemática y gravemente los Derechos Humanos.

Antonio Aguilera N dijo...

Gracias AEPLC por el enlace. Conocía el reportaje, en todo caso, he vuelto a verlo, y así todos lo tenemos más accesible.

Conozco algo Canarias y sus singularidades. En todo caso, creo que el plano de debate no es que la ley sea buena o mala en si misma sino que debe considerarse una herramienta y utilizarse y aplicarse de manera adecuada.

Yo soy de la costa, y mis antepasados varaban cada tarde la barca en la playa. Hace ya tiempo que no se hace en mi pueblo y aún lo echo de menos. No hablo de eso. Creo que debemos hacer una buena reflexión sobre el modelo de desarrollo económico y social que queremos para nuestros entornos costeros para lo que nos resta de siglo XXI y posteriores.

Debemos ser conscientes que el patrimonio natural y costero no nos pertenece y que es nuestra obligación respetarlo y conservarlo para generaciones futuras. El estado de salud y conservación de los mismos es un gran indicador del grado de madurez de la sociedad.

La Ley de Costas no es perfecta, y sus aplicaciones mucho menos, pero en manos de este gobierno está mejorar su articulación y sobre todo poner esmero en su aplicación, y por ahora lo que veo es señales justo en contrario.

Rafa Romero Porrino dijo...

Bueno, y después se escandalizan de que no los queramos...

Un saludo y ánimo de otro compungido

Antonio Aguilera N dijo...

Acaba de crearse la plataforma NoANuestraCosta.
Ya he firmado el manifiesto. Os animo a conocerlo:
http://www.noanuestracosta.org/index.php