Hace quinientos años, numerosos hidalgos, y otros que no lo
eran tanto, salían en barco, camino de Las Indias buscando El Dorado. Pobres
insensatos!, si hubiesen contado con la tecnología actual, hubiesen sabido que
ese divino tesoro se encontraba aquí, en las propias tierras que dejaron
atrás.
Los técnicos de Oil & Gas Capital lo saben bien, y así
se lo han hecho ver a la Junta de Andalucía, que les acaba de conceder permisos
para abrir agujeros en casi cuarenta municipios de Sevilla y Jaén para
investigar si hay hidrocarburos en tres importantes zonas de esas provincias. Los responsables de Oil&Gas Capital han llegado a decir que los posibles hallazgos, pueden llegar a suplir la actual dependencia energética del país. Lo dicho, El Dorado bajo nuestros pies, y todo este tiempo, sin enterarnos de nada.
Han tenido que venir un equipo de exdirectivos de Repsol a
abrirnos los ojos. Y no sólo hablan. Van a invertir ocho millones de euros en
los trabajos de excavación para demostrar su teoría, avalada además por el
Instituto Geológico y Minero de Granada. Ahí es nada.
Una vez logrado el permiso de la Junta, el siguiente paso es
que, cada uno de los ayuntamientos afectados, permitan las actividades. Para
aquellos consistorios que aún tienen dudas sobre si cambiar la propia
morfología de su municipio, Oil&Gas Capital, sale al paso y las despeja,
anuncian una inversión de 300 millones de euros y la creación de 500 puestos
de trabajo. Si las excavaciones tienen éxito, claro.
Ninguna de las catas que se han hecho en los últimos treinta
años en Andalucía ha tenido éxito. Puede que ésta sea la válida, pero yo lo que veo es más
chocolate del loro. Desperdiciamos un tiempo precioso, un dinero valioso, y
lo que es peor, se generan unas expectativas que sólo contribuyen a distraer la
atención, a esparcir el foco.
La riqueza del futuro andaluz está en el agua, en el sol, en
el viento. La riqueza de Andalucía está en la superficie, donde está su
belleza, su biodiversidad, su clima, sus gentes. Solo apostando de manera decidida
por todo ello, conservándolo, mejorándolo, podremos tener un mejor futuro en
Andalucía. Llenarla de agujeros infructuosos en la tierra y en la estima no es
el camino.
1 comentario:
Qué razón tienes Antonio...
Un saludo!
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