viernes, 16 de noviembre de 2012

El valor y su percepción



Asentimos inmediatamente y, a continuación, bajamos la mirada en un gesto inconsciente de petición de disculpas al mundo cuando alguien saca la premisa que todos conocemos y todos cumplimos. No valoramos lo que tenemos fácil, cotidiano, accesible por muy único, singular y exclusivo que sea objetivamente, y en cambio otorgamos un valor inusitado, irracional, excesivo, a aquello que nos queda fuera de nuestro alcance.

 Alimentamos a continuación el deseo por lo imposible de manera continuada, intencionada a veces, cultivando un ansia ajena a cualquier razón, aunque de manera paralela eso también suponga la alimentación de una frustración que nos barnice la existencia de gris y sobriedad.

 Somos nosotros solos los que nos mutilamos la posibilidad de valorar y disfrutar del cielo azul o las figuras espontáneas de las nubes, del paisaje o del mosaico de estrellas, de la primavera o las hojas en el suelo, del aire fresco o de las gotas de lluvia, del rumor del rio en su cauce o el silbido del viento entre los árboles, del olor a pan recién hecho o del guiso que sale de cualquier portal, del humo de la chimenea o del jardín repleto de flores, del haz de luz del faro.

El alma, si está en algún sitio, es en los sentimientos. Somos lo que sentimos. Valorar lo que percibimos y lo que anhelamos, percibir, nos dota de contenido. Buscar con ahínco lo que deseamos nos confiere grandeza, vivir, también.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es cierto que a lo cotidiano, a lo que tenemos al alcance de la mano a diario, muchas veces no le damos el valor que merece. Aunque no soy muy de idiomas y desconozco alguna de las lenguas que aparecen en la imagen, creo reconocer que no aparece el valor o el sentimiento del amor, no ya del amor en pareja, sino el amor como una forma de vida, amor por los demás, amor por el mundo, amor por esas cosas pequeñitas que como dices, tantas veces no valoramos y las vivimos cada día.

http://www.youtube.com/watch?v=QWixcAWJk-w&feature=related

Anónimo dijo...

Muchas veces no valoramos las cosas que tenemos cerca(el amor, la amistad, el trabajo.....)hasta que no se pierden.... Hay que aprender a observar y mirar lo que nos rodea, y cuando algo merece la pena, no hay que dejarlo escapar....

Anónimo dijo...

COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
EN LA CONDUCCION DIARIA


Cada señalización luminosa es un acto de conciencia.

Ejemplo:

Ceder el paso a un peatón.

Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.

Poner un intermitente.


Cada vez que cedes el paso a un peatón

o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.


Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.


Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.


Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años