jueves, 25 de diciembre de 2008

Mi jardín imperfecto

Para Montaigne, la existencia humana se parece mucho a un jardín imperfecto, “Ni está enteramente determinado por las fuerzas que lo producen, ni infinitamente maleable por la voluntad de los poderosos, es ese lugar en el que aprendemos a fabricar lo eterno a partir de lo fugitivo, allí donde el azar del reencuentro se transforma en necesidad vital”.

Tzvetan Todorov, recuerda en su libro "El jardín imperfecto", que los griegos, distinguían dos tipos de amor: Eros, o amor-pasión, y Philia, o amor-alegría. En el primero, el amante quiere absorber al otro, en el segundo, vivir en su proximidad, mantenerlo como un ser aparte. "Sólo deseo lo que tengo", dice Julieta, "Dios lo sabe, jamás he buscado en ti a nadie más que a ti mismo. Es únicamente a ti a quien deseaba, y no a lo que pertenecías ni a lo que representas", le escribe Eloisa a Abelardo.

Eros y Philia representan los dos tipos de amor, uno, que pide la fusión completa con lo amado; y otro, que se conforma con su vecindad. En el primero, es el yo que desea, lo que importa; en el segundo, lo que importa es el tú. Eros se pregunta por lo que quiere, Philia, por lo que encuentra. Uno quiere perder la razón por completo, la otra, encontrar ese tipo de razón que sabe pedir a la vida lo que ésta te puede dar.

El amor es embeleso, fascinación, hechizo, entrega, chifladura, pero también, exploración, búsqueda, deseo de conocimiento. En el amor todo es chocante, es caprichoso y huidizo, le pedimos devoción y perseverancia; nos promete felicidad, y nos llena de miedo; nos da fuerzas para enfrentarnos a los mayores peligros, pero nos vuelve vulnerables y frágiles; nos hace ser dueños de alguien, y a la vez sus cautivos.

El amor, es ese pájaro, que se posa un momento en el jardín imperfecto de Montaigne, ¿Cómo no sentirse radiante cuando lo hace, y cómo no tener miedo a la vez de que vuele lejos? Por eso nos hace hablar, porque todo a su lado está revestido de belleza y locura. El pájaro en el jardín pertenece al mundo de la fábula; lo que dejó al marcharse, al mundo real. Y los amantes se empeñan en que esos dos reinos continúen unidos.

Estos días parecen estar consagrados al amor, cojámoslos, hablemos de él. Hagamos nuestra la frase de Jean Jacques Rousseau "Las cartas de amor se escriben empezando sin saber lo que se va a decir, y se terminan sin saber lo que se ha dicho"

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ohhh!!! el amor !!!!que sentimientos más profundos, más intensos, llenos de misterio. Que mal uso hacen algunos de el.

Anónimo dijo...

Cierto que el amor te hace esclavo, pero cierto también que no hay mas dulce esclavitud que cuando se es correspondido.
El misterio del amor es indescifrable.
No imaginaba al amigo Antonio hablando de Amor. Eso es que sigue enamorado...

RLO

Teo Todorov dijo...

Un dicho popular italiano dice que el amor sin el sufrimiento no es el amor perfecto... Con los años uno se da cuenta que es verdad este dicho, también que es solo un estado de química y magia, que puede perder tanto su eros como su philia.... en un fli-flas... cuiden el amor!

Eva de la Corte Zamorano dijo...

Que razón lleva Teo... el amor hay que cuidarlo día a día como si de un jardín se tratara