
El pasado 12 de febrero, un amigo, Paco Casero, decidió
ponerse en huelga de hambre. El escrito donde exponía su argumentario, lo
tituló, “¿Un sueño frustrado?”. La noticia fue un subidón para muchos, y para
unos pocos, los más cercanos, también fue un subidón, pero de ansiedad y
preocupación. Decidir dejar de comer, una persona que está camino de los 66
años no es ningún juego. A mí me dijo, creo que puedo decirlo aquí, que lo
disfrutaría intensamente pasados diez años, así que, nada, espero que transcurran
rápido para que eso llegue, porque lo que es ahora, sigo lleno de un abanico de
sensaciones que van desde el orgullo al temor.

La huelga de Paco Casero le ha llevado a zamarrear a todas
las personas e instituciones, a pesar de reafirmar que él no va contra nada ni nadie, lo
cierto es que ha presentado escritos y propuestas al parlamento de Andalucía, a
la presidencia, a diversas consejerías, al ministerio de agricultura, al
Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, a la Confederación Hidrográfica del
Guadalquivir, a partidos políticos, a empresarios, a universidades, a….. En
todos ellos aparecen contundentes argumentos y propuestas tan sensatas como
incomprensibles de que no hubiesen estado antes en marcha. El zamarreo de Paco es tan oportuno como necesario. No podemos permitir que el deterioro que parece invadirnos siga creciendo.


El zamarreo que ha intentado, y yo creo que conseguido,
darnos Paco Casero con su iniciativa, debemos quedárnoslo y dejarlo vivo porque
el objetivo está marcado en el largo plazo y es necesario que
mantengamos viva esa llama que contribuirá, sin duda alguna a que Andalucía
mejore gracias al trabajo, al esfuerzo, al compromiso, a la actitud de su gente, nosotros.
El sábado 8 en Zamoranos se cubrió la etapa de la huelga de hambre con un
precioso, realmente precioso acto, donde la familia Morales,
ejemplo a seguir, hizo de excelente anfitriona. El acto se denominó “Día por el
Compromiso y la Dignidad de las mujeres y los hombres del campo” y en el mismo
participaron personas de distintos estamentos y perfil, todos unidos por el
mismo objetivo, otorgar y reconocer el gran valor que supone para una sociedad
sus gentes del campo. Honrar su trabajo, su labor, encierra toda una serie de
principios y valores que no podemos permitirnos el lujo de perder.
Gracias Paco, sinceras y públicas gracias por lo que has
hecho y haces, porque el fin de la huelga de hambre en realidad no significa
otra cosa que el comienzo de una nueva etapa en la que seguro vas a seguir trabajando
duro para que las semillas sembradas durante este intenso mes cuajen y crezcan
fuertes. Estaré contigo si quieres para regarlas.
No me toca hacer balance ni recopilación, sería muy extenso y se me quedarían demasiados atrás si relatara los avances y logros que pueden ir, desde colocar la Venta El Rayo o Zamoranos en el mapa y el corazón de muchos, hasta las decisiones que muchas personas y organismos han adoptado en estos días. Sin duda alguna, grandes metas alcanzadas. Ese era el sentido y lo has conseguido. Felicidades!
En el acto de Zamoranos, tuve la suerte y la oportunidad de
poner voz al mundo de la empresa en el que suelo moverme y algo conozco. Porque
como decía antes, cada uno de nosotros, en nuestro ámbito, desde nuestra
posición podemos hacer muchas más cosas de las que pensamos, sólo tenemos que
pararnos a meditar y creernos que podemos hacerlo. A continuación incluyo un
texto con el que hemos trabajado en estos días que se ha enviado al mundo
empresarial y que sirvió de base para mi intervención de ayer.
EL
SECTOR EMPRESARIAL COMO MOTOR DE CAMBIO.
La situación de la economía
andaluza se encuentra en un momento crítico. Presenta unos niveles de desempleo
alarmantes, en torno al 36% de la población activa. El número de empresas que
se cierran es mayor que el de nuevos proyectos. Puede decirse con rotundidad
que, en la actualidad, existe una enorme frustración entre los ciudadanos.
Numerosas familias andaluzas,
demasiadas, se encuentran hoy en una situación económica peor de la que lo
estaban hace pocos meses. En no pocos casos se están viviendo verdaderas tragedias
económicas que desembocan en exclusión social.
Después de más de 35 años de
democracia y esfuerzo colectivo, la pobreza y la desigualdad vuelven a acampar
en nuestros pueblos y ciudades cuando las creíamos ya enterradas. El deterioro
resulta más sangrante si a este hecho le unimos la generalizada corrupción, la
evasión fiscal de los que más tienen y una crisis corporativa que está
desacreditando todas nuestras instituciones.
La situación de las empresas y la
sociedad está íntimamente unida, ahora más que nunca. Hoy, las empresas con sus
empresarios al frente tienen que ejercer la importante labor que como agente
sociales tienen. Las empresas, además de agentes económicos, son agentes
sociales, un hecho obviado en demasiadas ocasiones.
Siendo el paro nuestro principal
problema y su erradicación el objetivo a lograr entre todos, no se entiende a
qué esperamos para reaccionar. Si es en las empresas, en sus distintas formas
jurídicas, donde se crea empleo; si en la sociedad actual son los emprendedores
los principales activadores del desarrollo económico y social, ¿por qué no
reaccionamos y se facilita el camino del emprendimiento?
Impulsar un nuevo modelo
productivo no puede quedarse en mera retórica, ni sustentado en políticas
coyunturales carentes de impacto social y económico en la medida que no se
controlan los medios ni se miden sus efectos. Sólo la capacidad que tengamos de
generar actividad económica, transformando conocimiento en emprendimiento y
reteniendo el talento de nuestros jóvenes, determinará cuándo y cómo Andalucía
saldrá de la crisis. Es patente la debilidad estructural del sector productivo
privado que aporta sólo el 13% del valor añadido nacional, muy por debajo del
porcentaje que nos corresponde por población.
Tenemos, necesitamos generar
riqueza y valor añadido. Somos grandes productores y tenemos que mejorar en la
comercialización, es un hecho constatado, ahí está, por ejemplo, la calidad de
nuestro aceite de oliva y el porcentaje (apenas el 25%) que se vende envasado.
Pero más allá de eso, es necesario evidenciar que existen herramientas y
mecanismos que están a disposición de las empresas y trabajadores que pueden
dinamizar la economía, mejorar la situación de las empresas, crear empleo y
comenzar una senda de mejora para miles de familias andaluzas que no pueden
esperar más.
Algunas de las medidas que desde
las organizaciones empresariales podrían ponerse en marcha de manera coordinada
pueden ser:
DISTRIBUCIÓN DE LA CARGA DE TRABAJO DISPONIBLE
Somos todos conscientes que la
carga de trabajo es menor. Hagamos un esfuerzo de organización y distribución
aumentando el número de personas que intervienen en el proceso productivo: gestionando
turnos, rotaciones, vacaciones, etc.
Se ha comprobado en los últimos
años que los trabajadores, ante la amenaza de despidos y cierres, suelen
ofrecer entre las opciones a las empresas trabajar todos menos horas e incluso
por un menor salario. La disposición de los trabajadores existe. Realicemos una
adecuada distribución del trabajo antes de que lleguen situaciones insalvables.
Las ventajas son enormes: implicación de la plantilla en el proyecto, respuesta
social, dar oportunidad a trabajadores valiosos, mejora de la eficiencia y el
rendimiento.
INCENTIVAR EL TALENTO ANDALUZ
Contamos en la actualidad en
Andalucía con la que es, con toda seguridad, la generación más preparada de su
historia y nos estamos encontrando que los jóvenes con talento y formación,
tras salir de sus estudios tienen que irse a otras regiones y países ante la
imposibilidad de desarrollar aquí sus carreras profesionales.
Es necesario aumentar la
sensibilidad de las empresas en este aspecto. Todos queremos, a todos nos
interesa que los jóvenes andaluces encuentren aquí su futuro. Demos la
oportunidad: apostando por sus ideas innovadoras, poniendo el capital donde
ellos ponen el esfuerzo, primando su participación en las empresas actuales.
FLEXIBILIZACIÓN Y NEGOCIACIÓN DE FÓRMULAS DE COBROS Y PAGOS
La falta de financiación bancaria
es uno de los principales escollos, tanto para la creación, como para la
supervivencia de las pymes, cuya desaparición conllevaría tirar por tierra la
destrucción del conocimiento y el saber hacer de muchos años de trabajo.
La situación del sector bancario
está asfixiando a demasiadas empresas pues la falta de liquidez las hace cerrar
en demasiadas ocasiones, cuando no son tachadas de incumplidoras y tramposas.
Dejando ese aspecto al margen,
existen diversas opciones que permiten flexibilizar esta situación y mejorar la
situación de liquidez de numerosas empresas. La primera y más clara, hablando y
negociando entre clientes y proveedores y adaptando los ciclos de cobros y
pagos a los requerimientos que todos tienen, buscando compromisos
empresariales, estableciendo contratos y convenios de mayor duración, en definitiva
integrando la cadena de valor monetaria.
REBELDÍA RESPONSABLE CONTRA LAS MALAS PRÁCTICAS
La transparencia debe formar
parte de nuestra cultura democrática, es imprescindible abrirse al escrutinio
social, rendir cuentas, hacer transparente la información de contratos
públicos, ayudas y subvenciones a empresas… para que cualquier ciudadano pueda
acceder a ella. La exclusión de la información debe estar motivada y así
evitaríamos parte de la corrupción y mejoraríamos los servicios, la sana
competitividad y la innovación en las empresas.
En demasiadas ocasiones conocemos
de malas prácticas: fijación de precios por debajo del mercado y condiciones
comerciales abusivas, convocatorias y contratos públicos con escasa
transparencia, bajadas de precio malintencionadas, etc.
Una política de tolerancia cero y
denuncia de estas prácticas beneficia a aquellas empresas que son éticas y
quieren trabajar con transparencia, alejándose de corruptelas que, tal como se
ha demostrado, suelen tener corto recorrido y acaban de muy mala manera. Lo
vemos cada día en las noticias y los periódicos.
Las empresas deben ser ejemplo de
práctica mercantil, sin el eslabón de las comisiones, los maletines, los
secretismos y el amiguismo, muchas malas prácticas en otras instancias no
tendrían sentido.
CONSTRUIR CADENAS DE VALOR ANDALUZAS
En demasiados procesos y sectores
se adquieren productos y servicios de entidades alejadas física y culturalmente
cuando a la vez, existen los mismos e incluso mejores mucho más cerca. El
individualismo, la rivalidad mal entendida hace que en demasiadas ocasiones no
establezcamos lazos comerciales con entidades cercanas.
Integrar una cadena de valor
donde la riqueza generada en cada uno de los eslabones se quede en Andalucía es
una asignatura pendiente y urgente de resolver. Tejer cadenas de valor andaluza
genera riqueza y empleo, progreso social y económico, identidad, fortaleza,
unión. ¿A qué esperáis para hacerlo en cada una de vuestras empresas?
CONCLUSIONES:
Se necesitan cambios profundos en
todos los ámbitos de la sociedad, ya que las normas sociales y culturales no
impulsan suficientemente los valores del emprendimiento y tenemos un entorno
social que penaliza en exceso el fracaso en vez de valorarlo en su justa
medida.
Una sociedad solidaria y
emprendedora sólo la conseguiremos mejorando el marco institucional y creando
las condiciones idóneas (calidad de la normativa y de la acción administrativa,
seguridad jurídica, transparencia y corrupción cero, control del precio de la
energía,…) para que se desarrollen múltiples iniciativas y consecuentemente se
cree riqueza y empleo.
Es deber de las empresas y
empresarios contribuir con su esfuerzo y trabajo a la generación de riqueza y
progreso económico y social, pero también es necesario ante todo contribuir a ello
con honestidad, con ética, con unos proyectos innovadores y rentables que estén
sustentados en sólidos valores y principios.
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