martes, 15 de julio de 2014

La cábala de la próxima alcaldía


El sillón de alcalde ocupado por la cabeza visible de la lista más votada. La propuesta, desde luego, parece tan sensata que casi raya el sentido común. Y sin embargo ahora, muchas alcaldías están ocupadas por candidaturas que no fueron mayoritarias en las urnas.
En el proceso de elección actual tenemos algunos elementos distorsionantes de base, que hacen que ahora el sistema no sea perfectos; la ley de D´hondt combinada con los altos índices de abstención son factores determinantes para lograr el objetivo fundamental, el sillón grande del centro. Tras el paso del tiempo, lo que se recuerda es el nombre del que ocupa ese sillón, es el nombre que aparece en las calles, en los memoriales, en los premios. Es razonable, desde el punto de vista de la candidatura municipal que sea ese el objetivo primordial.
La propuesta lanzada por el PP en la que se dibuja una reforma en el proceso de elección de alcaldes tiene un claro tinte partidista, pues dicho cambio, con la situación actual, le permitiría obtener la alcaldía de bastantes grandes ciudades que se les han escapado en las anteriores elecciones gracias al acuerdo posterior entre otras fuerzas políticas. Y esa idea, aunque menos noticiable, también dibujaría un mapa político diferente en otros lugares como puede ser Isla Cristina.
La propuesta aún tiene que tomar forma, tiene que detallarse y habrá que ver en qué se concreta finalmente. En mi opinión, la idea lanzada por el gobierno sólo persigue afianzar y perpetuar el bipartidismo. Si de verdad quisieran una elección directa de la alcaldía, se diseñaría (y esta es mi propuesta) una elección de alcalde a doble vuelta electoral. En la primera vuelta, si ninguna de las candidaturas obtuviese más del 51% de los votos emitidos, se realizaría una segunda votación con las dos candidaturas más votadas. De este modo, al igual que en otros países, en la primera vuelta se expresarían preferencias absolutas y en la segunda, preferencias relativas.
Si se hiciese de este modo, nadie podría gobernar un ayuntamiento si sólo hubiese obtenido el 20-30% de los votos, se evitaría la trampa absurda del denominado voto útil y se aunaría libertad de voto y responsabilidad. Si de verdad, como dice Rajoy, no quiere que gobiernen las minorías, aquí tiene una solución.
Las elecciones no son un sprint o una zambullida donde gana quien mejor aguanta el tirón, y desde luego, nunca deben considerarse un procedimiento por medio del cual, algunos ganan y otros caen en la fatalidad. Es un proceso tan serio, que lleva a tener la potestad de gobernar a toda una sociedad durante un período aproximado de cuatro años.
Considerando este previsible escenario normativo, recordemos brevemente los resultados de las elecciones electorales en Isla Cristina: PSOE (31,14%), PIF (22,75%), PP (19,71%), AP-EP-And (17,93%), IULV-CA (3,46%), ILR (3,46%).  Las combinaciones, las cábalas, dado el previsible desgaste que puede tener el PSOE tras los años de gobierno, dados los movimientos de algunas piezas importantes en los equipos, pueden ser complejos de cara a las elecciones del próximo año.
Una estrategia inteligente y sólida, valorando el cambio normativo, llevaría a la necesidad de trazar alianzas y candidaturas conjuntas a las formaciones existentes en Isla Cristina si su aspiración es la alcaldía. Llevaría a hablar de construir programas electorales sólidos, integradores, transversales; ambiciosos y realistas que integraran distintas sensibilidades. Tendrían que enfrentarse a un gran primer reto: construir una sólida propuesta de gobierno, de municipalidad.
Si a ello le añadimos que a los gestores de las cuentas públicas municipales aún les quedan algunos años más de vacas flacas y apuros económicos, nos esperan unos apasionantes meses de política municipal donde nuestros principales dirigentes deberán demostrar si están a la altura. A los ciudadanos, ahora, nos toca estar atentos a los próximos movimientos que no deberían tardar en producirse, pues en la próxima primavera tendremos el poder con nuestro voto.

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