Si dejasemos de lado la economía y el sistema de gobierno, y tomásemos como criterio la esperanza de vida y la disponibilidad de recursos naturales, el país estrella del mundo sería Vanuatu que ocupa el primer lugar del ranking del índice HPI (Happy Planet Index).
Volviendo a poner en primer plano la economía, podemos comprobar, cómo, a pesar de los chuzos de punta que le están cayendo a más de uno, la felicidad sigue presente en los acristalados despachos, pues según la escuela de negocios de la Universidad de Columbia, el nivel de felicidad de los directivos financieros no ha disminuido en los últimos meses, son capaces de ser felices en la crisis.
En Bután, un pequeño país entre la India y el Himalaya, han elaborado una alternativa al PIB, es el FIB (Felicidad Interior Bruta), que mide el bienestar de sus ciudadanos en función de la asistencia sanitaria, los recursos naturales y del tiempo libre que disponen.
Mi bola de cristal ya me anuncia que los últimos meses del 2009 van a resultar especialmente complejos, muchos podrían caer en el pesimismo, la desesperanza, el abatimiento; podrían alejarse en definitiva de la felicidad. Estamos a tiempo de que en las reuniones de los G-lo que sea, que en breve empezarán a anunciarse, se dejen de índices financieros que sólo están construidos para exculpar y justificar a poderosos ciertamente torpes y se incluya un ranking oficial de paises donde sus comunidades afrontan el futuro con optimismo, con energía, con ilusión. Buscando la felicidad incansablemente como camino de futuro.Eurípides dijo que “sólo hay una manera de encontrar la felicidad, y es buscando el bien y la verdad”. Para estar contento de la vida solo hace falta hacer un buen uso de ella.
sábado, 4 de julio de 2009
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2 comentarios:
Muy bueno ese Eurípides y tu, querido amigo, por parafrasearlo. Optimismo y pesimismo tienen en común que son muy contagiosos. Yo intento seguir la máxima de “espera lo mejor, y prepárate para lo peor” tratando de que el optimismo no sea realmente ingenuidad.
Un abrazo de Álvaro
Me ha gustado, Antonio.
Solo puedo decir aquello de: No es mas rico quien mas tiene, sino quien menos necesita... y a veces nos creemos que necesitamos más de lo que tenemos.
Tan solo tenemos que mirar a nuestra mujer e hijos y nos daremos cuenta de que poco más necesitamos...
Un abrazo.
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