martes, 26 de agosto de 2008

Cintura

Según la información de la que dispongo, las próximas cifras, que anunciará el gobierno, colocará el desempleo en España por encima de los dos dígitos. El mercado de trabajo sigue deteriorándose con rapidez asombrosa, aunque, también puede ser, que pueda recuperarse pronto.

El ingrediente nuevo, de flexibilidad, lo aportan los inmigrantes. Según el Banco de España, porque “los flujos de salida y entrada al desempleo son más rápidos que los de los trabajadores nacionales”. Los menores sueldos aumentan su empleabilidad, las mayores necesidades provocan búsquedas más intensas, la temporalidad de los contratos (más de la mitad de todos los contratos realizados a inmigrantes), mayor movilidad laboral y geográfica; son algunas de las causas que explican, por qué, el ya, más de 14% de la población activa del país, sigue creciendo en numero de contratos, cuando ya es cierta la destrucción de empleo a nivel general.

El trabajador llegado de fuera, está demostrando que sabe vivir en situaciones complicadas. La afiliación de extranjeros en julio subió en 4.689 personas, colocando a los inmigrantes inscritos en el sistema en 2.151.880 individuos. La importancia relativa de este colectivo lo coloca ya en el primer nivel de interés, pues hace que la estructura de los demandantes de empleo, en estos momentos, sea más favorable para el empresariado: cuanta más gente hay en desempleo, mayor es la disposición a aceptar sueldos bajos, y, el trasvase hacia profesiones con más oportunidades favorece la elasticidad productiva.

Con una temporalidad del 30%, España sigue siendo la campeona de la incertidumbre. Mucha gente no sabe que va a ser de su vida el mes que viene, si renovará el contrato, si cobrará, si podrá pagar el alquiler o hipoteca, que se lo digan a Millás, un chico que, en el pasado año, encadenó 15 contratos. Y mientras tanto, Europa, hablándonos de “flexiguridad”. El gobierno español, parece hacer poco caso, quizás porque el peso de los salarios en el PIB sigue cayendo a favor de las rentas de capital y los beneficios empresariales. Al gobierno, ahora le apuran más las cifras de gasto de Seguridad Social, pues la recaudación real de este organismo está creciendo al 2%, mientras los pagos lo hacen al 10%, y los gastos por desempleo ya se han incrementado más de un 30%.

En los próximos meses, la composición de los demandantes de empleo se mantendrán, pues los flujos de llegada de trabajadores, debido a la actual crisis, se está derivando a otros países de la Unión. Pero los que ya estamos, vamos a necesitar mucha cintura para resistir esta crisis, que, de nuevo, va a resultar especialmente dura, y va a cebarse con el colectivo más vulnerable y desprotegido, la renovada y actualizada clase obrera.

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