domingo, 26 de abril de 2009

Conocerse

Sobrecogedor, estimulante, inquietante y excitante resulta el conocimiento, máxime si se trata del autoconocimiento. Eso de descubrir lo que somos y quien somos no siempre gusta del todo. El ejercicio de ponerse delante de un espejo y ver tu radiografía a más de uno lo ha dejado con insomnio.

A pesar de eso, muchos libros de entrenamiento personal y de mejora profesional, aconsejan de forma activa el autoconocimiento como camino hacia el éxito en la vida. Nada mejor que conocer nuestras propias fortalezas y debilidades, nuestros puntos fuertes y nuestras flaquezas para afrontar con garantías los retos que nos trae a la orilla esta dichosa vida.

Con ese espíritu, he afrontado un nuevo cuestionario de autoconocimiento. Éste es apadrinado por Jorge Bucay y se llama el “Test de los Temperamentos”. Toma ya!

No dista mucho de cualquier otro test comercial. 21 preguntas para responder de manera rápida y sencilla, lo que asegura que el participante no lo deje a la mitad. Y como resultado, ofrece un perfil dominante y uno secundario que son, de repente el temperamento que siempre has llevado escondido, pero no recordabas en qué bolsillo estaba.

Pues bien, deberé cambiar de nombre y pasar a llamarme “José Aivoy Kevoi”. Y es que tengo un temperamento “Flemático-Colérico”. Como la flema es lo dominante en mí, resulta que soy: Sosegado, tranquilo, plácido, confiable, objetivo, diplomático, eficiente, organizado, práctico, pensante, planificador, minucioso y respetuoso. Pero llevo en la sangre, también el ser: Sin motivación, postergador, egoísta, sarcástico, mezquino, reprimido, autoprotector, indeciso, temeroso, duro, terco y manipulador.

Haciendo un coctel (casi molotov) con todos los temperamentos de mi, resulta que tengo un perfil de “Controlador”. Apunto sólo unos bosquejos (los que más me interesan claro): Afable y fácil de tratar. Insuperable cuando se trata de prestar oído a los demás. Genuinamente interesado en otras personas, puedo ser el mejor psicoterapeuta y consejero. De todos los temperamentos soy el que mejor trabaja bajo presión. Sin embargo soy terco e incapaz de ceder. Si me entrego demasiado a mi pasividad mi existencia podrá tornarse de lo más aburrida. La guinda al final: Si consigo funcionar en pareja o equipo, mi potencial es ilimitado.

Ahora leeré el horóscopo a ver como se me va a dar el día.

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