Cuando se está en lo más alto, perder la noción de realidad es humano. Todo sale bien, se es bueno como profesional y el mundo te adora, te inventan pedestales a los que es complicado resistirse a subir, el ego es un reactor al que no paran de echarle combustible, cambiar de forma de ser y comportarse es una trampa de la que sobran ejemplos.
Teniéndolo todo al alcance de la mano es difícil conservar la humildad, la cercanía, la cordialidad, el cariño, las ganas de hacerlo cada día un poco mejor, respetando al prójimo, al equipo, al novato, deberse al cliente. Son esos detalles los que consolidan el mito.
El otro día muchos lo comprobamos con Bruce, un mito al que muchos no pensábamos que podríamos sacar alguna vez de la carátula del disco, de la revista, de la televisión, pero que pudimos hacerlo al interactuar con él. Porque a eso fue a lo que salió al escenario, a participar de una noche magnífica.
Convirtiendo la velada en exclusiva para los convocados. Haciendo funcionar a su equipo como un reloj suizo. Lanzando mensajes optimistas pero también crudos si la situación lo requiere. Haciendo protagonista a un chaval que casi no se enteraba lo que le estaba pasando, pero las lágrimas del padre demostraban que después se lo explicaría muchas veces. Usando una guitarra astillada por mil guerras, la mejor herramienta, la más usada. Animando a los más jóvenes del equipo para que diesen lo mejor de cada uno e implicando a todos, dándoles a entender que la oportunidad era única.
Todas críticas que he podido leer destacan el buen hacer de la persona: El País, ABC, Diario de Sevilla. Pocos calificativos quedan.
Demostrar que se es grande hay que hacerlo todos los días, en público, en privado, porque todos lo perciben, los que están codo con codo y los que se encuentran lejos. Esa es la madera de los grandes.
Por cierto, ellos pusieron la música, nos el ruido.
jueves, 6 de agosto de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Nube de etiquetas
Isla Cristina
Andalucia
ecología política
marruecos
Colectivo Ornitológico Cigüeña Negra
José Ortega y Gasset
estrecho gibraltar
FAO
José Luís Sampedro
Tarifa
Adam Smith
Antoine de Saint-Exupéry
Antonio Machado y Núñez
Aristóteles
Bertolt Brecht
Borges
Charles Darwin
Fundación Migres
Mario Benedetti
William Ospina
keynes
mohamed vi
Antártida
Cabo San Vicente
Cambio climático
Descartes
Hegel
Javier Reverte
Kant
Nieztche
Paul A. Samuelson
Platón
Porter
Ursúa
ariadna
artemisa
malthus
teseo
Al-Andalus
Alexander Selkirk
Anton Chejov
Calderón de la Barca
Chatwin
Eduardo Galeano
Eigenzeit
Galeano
Gandhi
George Francis Train
Herman Melville
James Joyce
John Elliott
Kundera
Mandelbrot
Mihay Csikszentmihalyi
Moby Dick
Molière
Nabokob
Peninsula Valdés
Proust
Shackleton
Shopenhauer
Smir Restinga
South
Sun Tzu
Séneca
Sócrates
alqueva
goethe
julio verne
lunático
mefistófeles
muñoz rojas
ortega y gasset
tony judt
weber
No hay comentarios:
Publicar un comentario