Un informe encargado por la administración norteamericana
ha hecho trabajar duro a más de doscientos científicos durante cuatro años. Sus
conclusiones ya tienen cifras económicas: el coste de no actuar ahora contra el
cambio climático es, entre cuatro y diez veces superior al de invertir ahora en
mitigarlo.
Si, habemus cambio climático, se acabaron las conjeturas
y especulaciones, acaba de reconocerlo Barack Obama. Si, después de largos años
en que los científicos mostraban evidencias a políticos, después de decenas de
informes independientes, después de miles de páginas con datos, después de
múltiples afonías, parece que quieren darse por enterados. Para que lo
entendiesen, sólo ha sido necesario transformarlo en coste económico y coste de
oportunidad.
Si, ahora es un hecho que las lluvias torrenciales, las
sequías, la subida del nivel de los océanos, la desaparición de glaciares y
disminución de los casquetes polares, la reducción de masa forestal, el agujero
de la capa de ozono, la subida media de la temperatura, el creciente número de
ciclones, temporales e inundaciones, no era casual. Parece que, al fin, van a
dejar de hacer oídos sordos.
Según ha anunciado su presidente, es Estados Unidos el
que parece dispuesto a asumir la responsabilidad, justo ahora en que la UE
muestra importantes signos de debilidad en este asunto, justo ahora que los
planteamientos de sostenibilidad de Europa se difuminan, ahora que la UE ha
revisado a la baja sus compromisos medioambientales, justo ahora que pliega
velas en favor del lobby energético, justo ahora que aprueba una PAC poco
verde, justo ahora que vuelve a la producción industrial y a la manufacturera,
justo ahora que el medio ambiente, la conservación y la sostenibilidad ha sido
expulsada de los noticieros.
A un año vista de la importante reunión de París, parece
que la administración Obama quiere plantar cara a las grandes Empresas
energéticas y agroalimentarias que han hecho del mundo su cortijo. No le envidio
el puesto, durísima tarea queda. No se lo van a poner fácil. Puede que tanto
anuncio se pierda en la neblina gris de los tubos de escape. Veremos.
Europa está en elecciones y de sostenibilidad no toca
hablar, al menos eso dicen los manuales programáticos y electorales. Hay que
hablar de empleo e inmigración que, es rotundamente cierto, son temas
importantes e inmediatos. Del futuro, ya hablaremos, ahora estamos en campaña,
se repite en las mesas de los comités electorales. No parecen haberse dado
cuenta que, como si nos hubiésemos colado en una película apocalíptica, el
futuro ya está aquí.
Es importante prestar atención al detalle en estas
elecciones europeas. Ojo con todo candidato que hablé de crecimiento, de
expansión, de aumento de las inversiones, porque estará hablando de hipotecar
la vida de las siguientes generaciones. Es hora crecer si, pero alimentando la
madurez de los planteamientos.
Es necesario hablar de distribución, de equilibrio, de
reparto, de eficiencia, de eficacia. Es el momento, más que nunca, de
reflexionar y escuchar propuestas sobre el modelo energético, el productivo, la
composición del tejido empresarial, la investigación, la innovación, el modelo
agroganadero. Que no escurran el bulto, ahora en campaña es el momento de
hablar de política hidrológica, forestal, urbanística y de ordenación del
territorio.
Que las urgencias no hagan olvidar el futuro, porque, el
futuro, ya está aquí.
1 comentario:
El futuro esta aquí y da terror, estamos retrocediendo y no se como se puede parar esto, cuando hablan de empleo "mentira", excelente articulo Antonio, como siempre propones soluciones y proclamas a los cuatro vientos las grandes verdades. Sigue Así. Enhorabuena. Mil gracias.
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