Nada más que tengo motivos de alegría y felicitación por la
publicación y éxito del libro “El poeta hijo de su madre” de Miguel Ángel
Márquez Cáceres, alias Miguel Antílopez. Si el del grupo de música, el
dibujante, el compositor, el autor de carnaval, el artista.
Un libro intenso y audaz, catalogado de poesía
pero que encierra otras muchas cosas. Además de dos o tres poemas de manifiesto
talento y seguro que muy del gusto de los más puristas, tiene otros más libres
y de alto contenido emocional, reflexiones lapidarias y afirmaciones
comprometidas.
Su popularidad en otras artes, principalmente la
música, el momento de su lanzamiento y el buen hacer de todo el equipo han
convertido este libro en un éxito de ventas en pocas semanas. Es una alegría
que mucha gente se asome a la lectura, la retome gracias a este proyecto, esa
es, sin duda, otra de sus grandes aportaciones, ojalá los lectores lleguen para
quedarse, que no pierdan el ritmo lector que mucho bien les hará.
Otra idea importante. Cuidado con intentar
devorarlo rápido, es necesaria una lectura sosegada, pararse a reflexionar tras
cada hashtag. Hay espacio suficiente. ¿Qué tal anotar en los márgenes o al pie
las sensaciones e impresiones que remueven al lector a cada paso de este
itinerario vital que propone el poeta hijo de su madre?
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