¡Por todos los escribanos hortelanos!

 Es una novela. Es una fábula. Es un sueño.

En el periplo de Fino, a quien convierte en protagonista de la historia, Carlos Lozano, en su segundo libro, relata la aventura de vida del que puede que sea, el último ejemplar de su especie, el zarapito fino (Numenius Tenuirostris).

Al que todo se le pone cuesta arriba, viento en contra, y negro. Porque hasta al mito del cisne negro recurre el autor para reflejar la vital búsqueda de este zarapito fino a otro individuo (individua preferentemente) de su especie, y contribuir a frenar lo que está siendo la gran debacle que los científicos llaman la Sexta Extinción Mundial.

Cuenta, ¡Por todos los escribanos hortelanos! (explicar el título supondría spoiler, así que hay que leerlo), el nacimiento y viaje de esta singular ave desde "Algún lugar de la tierra de nadie en la frontera entre Rusia y Kazakhstan) hacia Grecia, Italia, España, Marruecos, Argelia, Túnez, Israel, Irán; los personajes y especies que se encuentra a su paso; los escenarios que descubre, y sobre todo, lo que aprende. Porque este es un viaje en el que protagonista y lector aprenden a la vez, en un fantástico juego del tono narrativo que resulta reflexivo e íntimo a veces, épico en otras, y al que no le faltan momentos dramáticos y de humor negro.

Los que hemos hecho kilómetros, pegado los ojos a los prismáticos, dedicado un buen puñado de días buscándolo, añadimos un regusto especial al seguir los diálogos de Fino con los chorlitejos, el torillo, los ibis, la lechuza mora que, confieso, me ha dibujado una mueca singular, irrepetible, y felizmente no fotografiada.

Reconoce Lozano que no podrá escribir más libros en el que los pájaros sean protagonistas porque aquí lo ha contado ya todo. Puede sonar pretencioso, pero es cierto que con una lectura fácil y fluida, las cargas de profundidad salpican a cada instante. Crítica social, apelaciones a principios y valores, denuncia ambiental están presentes también en las páginas de este libro.

Lozano está respaldado por un equipo fantástico. María Álvarez se estrena como ilustradora, y de que manera. el prólogo es del prestigioso ornitólogo y escritor Antonio Sandoval, y el trabajo de edición ha corrido a cargo de una joven editorial canaria que empuja bien y con fuerza, Bichomalo Libros.

La casualidad ha querido que a la vez que el lanzamiento del libro, en Papúa Nueva Guinea se haya realizado el avistamiento de una paloma faisán (Otidiphaps nobilis) que no había sido vista en los últimos 140 años. Así que la lectura y la esperanza están servidas.