“Digamos que el tiempo pasa y yo lo siento en la saliva, cada vez más espesa. Tendría que preguntarle a la conciencia cuántos reproches me reserva. Prefiero hacerme el sordo….
De todos modos, la cordura vigila y amenaza con meternos en el corral de la razón. Somos frágiles y eso nos salva. El desconsuelo nos consuela y nos es imposible traicionar.
Por suerte no tenemos dioses que nos perdonen. A veces pienso que la vida es un error, pero claro, más error es la muerte…
…Basta de navegar en el olvido, basta de bendecirnos en la lluvia. Basta de no ser nadie. Basta de que el placer nos desconozca. Basta de convivir con la derrota. Basta, carajo”.
Levantar la vista del texto para fijarla en la nada, ralentizar el ritmo de los ojos en su discurrir por las letras es un hechizo al que todo lector se somete.
Frases densas de contenido, espesas, contundentes y sedosas hacen que cada página llene de inquietudes a sus lectores.
Mario Benedetti está ingresado en el hospital, mis deseos para que siga haciendo gala del espíritu rebelde y guerrero que siempre lo empujó a ir contracorriente.
martes, 28 de abril de 2009
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1 comentario:
No sólo que se recupere, por favor que no deje de escribir!!! Siempre, ya sea con sus cuentos, sus dramas o sus ensayos, el genial Benedetti nos traslada a otros mundos, profundos, densos, puertas que casi nadie sabe abrir.
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